Veinte fechas pasaron para que volviéramos a ganar. Veinte fechas entre las que pasó de todo. Historia conocida, que incluye 3 técnicos, 1 descenso,huída de jugadores, la renuncia de Bugallo, las deudas millonarias que se multiplicaron, el nuevo grupo que se hizo cargo de club, y un equipo que nunca respondió. En medio de la situación muy brevemente descrita, AllBoys encontró aire cuando la cuerda apretaba más que nunca.

Pero… a ver: que el árbol no tape el bosque. El triunfo fue tan  importante y necesario como injusto. All Boys nunca encontró la pelota, jamás hilvanó juego ni se dieron 3 pases seguidos. Cada vez que los jugadores cruzaban la mitad de la cancha no sabían qué hacer y rápidamente la pelota volvía al rival. Todo el primer tiempo fue un monólogo del Globo, que hizo todo bien menos lograr el gol, mientras el Albo era un espectador más.

Para explicar por qué ganamos hay que nombrar 2 factores: primero y principal, la descollante actuación de Cambiasso que fue la gran figura del partido, sacó todo, absolutamente todo lo que le tiraron, incluyendo un penal cuando ni se había llegado al cuarto de hora de juego. De ahí en más se fue agigantando su figura ante los embates de Huracán, por arriba, por abajo, en los mano a mano, descolgando centros, volando, haciendo todo más que bien. El otro factor fue el tremendo golazo (de otro partido) que clavó Bustamante en el primer tiro al arco de AllBoys en todo el encuentro.

Ahora se viene una semana con dos partidos de local, y no hay otra que ganar los 6 puntos en juego para que el pueblo futbolero de Floresta tenga con qué ilusionarse para ver si podemos meternos en la conversación. Claro está que jugando como hasta el domingo eso será una misión imposible. El resultado nos ayudó, ahora es momento de ayudar con el juego a que se den los resultados.

Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO ALBO