ACÁ HAY UNA ESCUELA
Se dijo de todo. Que a
la Selección llevaba a los jugadores de Estudiantes. Que era defensivo. Que dejó
afuera a Carlitos, el jugador del pueblo. Que llevó al muerto de Marcos Rojo y
al ignoto de Enzo Pérez. Que puso un arquero suplente y sin continuidad. Que nos
íbamos a volver en primera ronda. Que Basanta tenía que traer garotos. Que
Lavezzi le había faltado el respeto. Que había internas. Que Messi puso el
4-3-3 y le hizo el equipo. Que poner la táctica 5-3-2 era perder prestigio.
Se dijo de todo, pero tuvieron que pasar 24 años y 5 técnicos no-bilardistas para volver a estar entre los 4 mejores del Mundo. Esperamos que en AFA hayan aprendido la lección.
Sabella, en el partido
que más se pareció a Bilardo, dispuso un planteo táctico y estratégico impecable.
Lejos del 4-3-3 que exige y le gusta(¿ba?) a los medios líricos puso nuevamente
a Lavezzi y Di María con perfil cambiado por las bandas y realizó dos modificaciones
tácticas, Demichelis (que conocía a medio equipo belga) y Biglia (considerado
entre los mejores 5 de la liga de Bélgica durante 7 años) por Fede Fernández y
Gago, respectivamente. Los menottistas dicen que estudiar y conocer al rival es
antifútbol, nosotros decimos que es inteligencia.
Con la disposición descrita
y un gran compromiso de todos los jugadores, la Selección cortó la generación
de juego rival, manejó el partido y obligó a Bélgica, última esperanza lírica,
a tirarles pelotazos a los delanteros de 1.90, desplegando el fútbol que le
gusta a su gente (?).
Argentina se llevó la victoria presionando en toda la cancha con concentración, intensidad y compromiso táctico de todos los jugadores. Incluyendo a Messi, que jugó el mejor partido del Mundial.
Argentina se llevó la victoria presionando en toda la cancha con concentración, intensidad y compromiso táctico de todos los jugadores. Incluyendo a Messi, que jugó el mejor partido del Mundial.
¿Y ahora? Y ahora este
grupo liderado por Alejandro Sabella tiene la posibilidad de seguir haciendo
historia en Brasil.
Una nueva generación de hinchas y de jugadores vuelve a sentir lo que es jugar una semifinal de un Mundial gracias, otra vez, a la Escuela Bilardista.
Eso es prestigio.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO BILARDISTA