Ya estaba dispuesto a ir al registro civil y pedir cambio de nombre (lo había prometido), cambio de sexo y certificado de defunción.

Pero apareció un pendejo, un tal Leandro, con un hambre de gloria que pocas veces se ve.
Apareció un gurrumín en el arco gigante del Monumental que custodió Amadeo, con una tranquilidad que pocas veces se encuentra, como diciendo "No se preocupen, me tengo una fe bárbara, yo lo tapo".
Apareció un pibito con alma de amateur, un joven que lleva la bandera del orgullo millonario y ataja con los guantes de Rocky Balboa, los guantes de la revancha bien dicha, y no del revanchismo que tanto vemos en este fútbol de vanidades.
Sí, señores, apareció Chichizola, y confieso que se me piantó un lagrimón. No por el torneo, sino por él, por su vergüenza deportiva y por las vueltas de la vida.
Apareció Chichizola, el mismo que nos hizo sufrir en el Nacional B y que hemos criticado (me incluyo, vale reconocerlo), y demostró nuevamente que la tiene gigante, que su personalidad es mayúscula, y que está muy bien plantado para la edad que tiene.

Nuestro arquero, el arquero que ahora no puede salir, se hizo majestuoso. (Barovero, son un gran arquero, pero éstas también son las vueltas de la vida y la rueda volverá a girar a tu favor)

Chichizola nos dio la victoria contra un equipo disperso, facineroso, noctámbulo y por momentos ridículo. Pero no le echemos la culpa a Racing; es como cuando criticamos a la novia de un amigo porque dejamos de verlo: no señor, miremos hacia adentro, la novia será una hija de puta pero nuestro amigo es fácilmente manipulable. Racing será un conjunto de voluntades anárquicas guiados por técnico mediocre, sin embargo casi nos empata. Sé que River no es el Barcelona de Guardiola, pero si no era por Chichizola, valga la rima, era para cortarse las que riman. Lo venimos diciendo, hay que laburar el ataque. Nos cuesta liquidar los partidos, e incluso tenemos una tendencia a complicarnos solitos. (Rojas, te banco. Sos un profesional, es cierto, pero sos humano.)

¿Qué más del partido? Bien nuestro capitán, haciendo lo que debe hacer. Correcto lo del Keko, con más corazón que categoría. Y me alegra muchísimo la intención de que Lanzini sea el conductor del equipo. Eso sí, habría que dársela una poco más.

Falta poco. Seguramente habrá algún bostero leyendo (así son: cuando ganan, se alegran; cuando a nosotros nos va mal, se alegran; cuando a nosotros nos va bien, se enfurecen) y diciendo que lo de Chichi no fue talento sino suerte.

Y yo les voy a decir algo, a vos lector, y por qué no, a los bosteros curiosos. Con toda la torpeza de este cuerpo técnico, con todas las nanas colombianas pre-mundial, con los puntos que le van a regalar a Gimnasia, el torneo está al alcance la mano.

Chichizola marcó el camino, y nos dejó en claro que tenemos el culo talento del campeón. Ojalá podamos aprovecharlo.

Por lo menos así lo siento yo.

ADELANTADO MILLONARIO - @adelantadoriver