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07 mayo 2014

CHICHIZOLA CHARLA CON DIOS


07 mayo 2014

DIOS: ¡Uhhh! ¡Qué peleado va a estar este “Bailando”! Yanina Latorre, la Xipolitakis, la Ritó, Peter y Paula, Evelyn… parece un casting hecho por Caruso Lombardi. No me lo pierdo ni en pedo. Espero que San Pedro no me empiece a hinchar con esa sanata de la guerra en Ucrania y esas pavadas que no le importan a nadie… ahora sí, a sentarse y disfrutar del show del zabeca de Bolívar. ¡Pero será de mí! ¿Quién es llamándome a estas horas?... ¿Hola?

CHICHIZOLA: ¿Hola Dios?

DIOS: No, el médico de Norma Pons.

CHICHIZOLA: Uh, perdóneme doctor.

DIOS: Habla Dios, pibe. ¿Quién habla?

CHICHIZOLA: ¿Qué tal, Señor? Soy Chichi…

DIOS: ¡Maestro! ¡Tanto que no se de vos! ¿Cómo andas, campeón? Buena jodita metimos con ese chamuyo de la salsa eh. Ahora… después de “Amor narcótico” y “Procura” hiciste la plancha ¡eh! Cómo se la creyeron esos giles de que vos eras el que cantabas cuando en realidad tocabas los tamborcitos. ¿Qué necesitás? ¿Querés otros cinco minutos de fama? Mirá que los milagros de la música los tienen Tan Biónica y Agapornis por los próximos tres años. Vas a tener que esperar.

CHICHIZOLA: No, Señor. Leandro…

DIOS: ¿Desábato? No, viejo. Otra vez no. Las convocatorias de Rojo, Campagnaro y Basanta ya son demasiado. Si te llego a meter a vos también en el Mundial sería un exceso.

CHICHIZOLA: Señor, no fui claro. Soy Leandro Chichizola, arquero de River.

DIOS: ¿Quién? Uh… me debe haber pegado mal este whisky celestial. ¿Arquero de River? ¿Y qué pasó con el otro? Era un fenómeno.

CHICHIZOLA: ¿Barovero?

DIOS: No, Amadeo Carrizo… Claro que Barovero, pibe. ¿Qué pasó?

CHICHIZOLA: Bueno, Marcelo se lesionó y Ramón me dio la oportunidad a mí. Por suerte no lo decepcioné, atajé dos penales claves para que estemos punteros y…

DIOS: Pero, pará, pará… ¿cómo punteros? ¿volvieron a la B? Yo no entiendo más nada. ¿No estaba el equipo de La Plata que no es Estudiantes?

CHICHIZOLA: ¿Gimnasia?

DIOS: Ese mismo…

CHICHIZOLA: Sí, pero empató y nosotros ganamos después de que atajé un penal sobre la hora. Fue muy lindo. La gente me ovacionó. Estuve a punto de llorar.

DIOS: ¡Ah, encontraste las manos que se olvidó Vega! La verdad, creo que si salen campeones ustedes vamos a llorar todos. Bue… decime pibe, ¿qué andas necesitando? Metele, que está por empezar a bailar Diego Reinhold.

CHICHIZOLA: Señor, yo le quería pedir ser el arquero campeón con River.

DIOS: Ah, pero eso es fácil. No hay problema. ¿Tenés Play Station? Elegite a River, ponete de titular. Yo desde acá te tiro dos penales virtuales a favor por partido. ¿Viste como hace Lunati con ustedes? Pero en el jueguito y menos alevoso, claro…

CHICHIZOLA: No me cargue, Señor. Yo quiero dar la vuelta con el Millonario.

DIOS: Pero Steve Jobs se murió, si no le decía que te saque a dar una vuelta en limusina. Dejame que vea qué otro ricachón…

CHICHIZOLA: ¡Pero no! Hablo del más grande, señor.

DIOS: ¿Bill Gates? Ese tiene toda la torta, pero no sé por qué querría salir a pasear con vos.

CHICHIZOLA: Hablo de River. Ya puedo imaginarme los festejos en el Monumental

DIOS: Y sí, más o menos como con Almirante Brown, con un par de pibes nuevos.

CHICHIZOLA: Ya superamos ese dolor. Hemos resucitado.

DIOS: Sí, bueno, mi pibe también resucitó, pero duró un ratito, pasó a saludar a los amigos y se vino para acá para ayudarme con los trámites. No te confíes.

CHICHIZOLA: Es distinto, nosotros pertenecemos a la “A”. Nos corresponde por naturaleza. Es nuestro hábitat natural.

DIOS: Bueh, si es por hábitat natural, Ramón debería estar en Caseros, Emiliano en el Circo Rodas, Teo en un polígono de Tiro y Cavenaghi en una panchería. Y sin embargo son compañeros tuyos.

CHICHIZOLA: Ramón sabe mucho, y Emiliano sabe llegarle al plantel.

DIOS: ¡Dejate de joder! Ramón es un poeta nato: puro verso. Y Emi tiene menos llegada que un maratonista gordo.

CHICHIZOLA: Tenemos un plantel rico, con gente de trayectoria. Nos damos el lujo de tener afuera a Ponzio.

DIOS: A ese no me lo banco. Es pariente de un forro que vendió a mi hijo, no me lo nombres.

CHICHIZOLA: Bueno, pero le quiero decir que nos merecemos un título, después de todo lo que sufrimos.

DIOS: ¿Sufrir? ¿Por un descenso de porquería tanto escándalo? ¿Entonces el arquero de Deportivo Paraguayo qué? Me tendría que pedir el Mundial de Clubes, como mínimo.

CHICHIZOLA: Bueno, pero no se puede comparar. Nosotros tenemos hinchas por todo el país. Estábamos acostumbrados a otra cosa.

DIOS: Mirá, yo estaba acostumbrado a que me rezaran por todo y dieran su vida por mí. Y ahora me limito a responder boludeces como las que pedís. Yo también me fui al descenso.

CHICHIZOLA: Pero usted es el Todopoderoso.

DIOS: Y dale con eso. No, ese está en Viamonte. ¿Por qué no le pedís a él? Yo te puedo mandar a Mi pibe, pero él tiene a los árbitros, que te convienen más. Mi hijo reparte los panes en partes iguales, tiene un mambo con la justicia. En cambio la gente de AFA es más permeable, ¿entendés?… se puede conversar.

CHICHIZOLA: Bueno, ¿pero usted no puede colaborar en nada? Me lo imaginaba distinto...

DIOS: Claro, me imaginabas con barba, las chapas largas, un rayo en la mano. Bueno, no. Uso un gorro de lana porque me quedé pelado, estoy en calzones porque me acabo de levantar de la siesta y en la mano tengo un control remoto porque estoy viendo a Tinelli.

CHICHIZOLA: ¡Pero necesito su ayuda! Le prometo fidelidad eterna.

DIOS: Lo mismo le prometió Fabbiani a los 321 gatos con los que se acostó, no jodas. Los futbolistas son menos confiables que un sicario, Chichi. Hoy me prometés eso pero por un punto miserable mañana te hiciste musulmán.

CHICHIZOLA: Llevo a River en la piel.

DIOS: Bueno, un tatuaje se tapa con otro.

CHICHIZOLA: Yo llevo los colores en el alma.

DIOS: ¡Dedicate a la pintura, entonces!

CHICHIZOLA: Estoy dando todo. Y eso que en junio quedo libre.

DIOS: Bien ahí, ahora entiendo tu currito. Atajás un par de partidos, salís campeón, vendés humo y con el pase en tu poder salís a robarla. Ahora nos entendemos.

CHICHIZOLA: No, Señor. Quiero quedar en la historia de River.

DIOS: Ya estás, conseguiste un ascenso. Ahora concentrémonos en lo que sigue. ¿Si salís campeón, cuánto puede llegar a valer tu pase?

CHICHIZOLA: No sé, pero buena plata, seguramente.

DIOS: Porque podemos llegar a un arreglo interesante. Yo te ayudo con el campeonato, vos te quedás con el pase y dejás un diego de tu futuro contrato en otro club. ¿Te parece? No es que lo necesite, pero acá en el cielo hay que hacer unas reformas...

CHICHIZOLA: ¿Eso no es corrupción?

DIOS: Nooo, es un trabajo cooperativo. Seríamos socios.

CHICHIZOLA: Tendría que pensarlo.

DIOS: ¿Quién te dio mi teléfono? Me saca, últimamente lo consigue cualquiera.

CHICHIZOLA: Se le cayó a Emiliano, el otro día que vino a patearnos penales.

DIOS: Y sí, Emi abusa. Últimamente no me llama porque el padre no le quiere pagar el celular. Tiene flor de deuda. Generoso, eh, pedía mucho por los amigos, el Malevo, el Rayo...

CHICHIZOLA: ¿Y entonces cómo seguimos?

DIOS: Mirá, dejame hacer cuentas y ver cómo anda el asunto en Viamonte. Si veo que se puede, te tiro una soga. Pero vos no te olvides del diezmo. Yo no corto ni pincho, pero por ahí lo agarro a Don Julio en un buen día y andá a saber.

CHICHIZOLA: Si salgo campeón voy a agradecerle toda la vida.

DIOS: No hace falta, alcanza con que me tires unos mangos, Chichi. Y ahora te dejo porque se me termina el Bailando y quiero ver a quién van a salvar. La Xipolitakis está más complicada que Rafaela, te digo.

CHICHIZOLA: Bueno, gracias y estoy a sus órdenes.

DIOS: De nada. Y ya que estamos, decile a Barovero que me deje de llamar. Las caras no tienen cambio ni devolución, así que se aguante la que le tocó o que vaya a un cirujano plástico que le dibuje una sonrisa, ¿ok?

CHICHIZOLA: Bueno, le digo. Hasta luego.

DIOS: Chau, pibe. Rompela que nos vamos para arriba.
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