Paradójicamente, All Boys depende de sí mismo, pero para eso hay que ganar, sumar de a tres, jugársela, arriesgar más, porque perder 1, 2, o 3 a 0 es exactamente igual. Si el Albo deja la máxima categoría hay que aceptarlo, pero hay que irse dejando todo en cada pelota, no como jugamos ante Tigre. Encima fecha tras fecha, la irregularidad de los otros equipos nos mantienen vivo.
El viernes ninguna de las líneas del equipo hizo algo bien, apenas puedo rescatar a Casteglione y Paz (la dupla central), las ganas de Calleri y algún que otro momento de Espinoza, el resto parece abatido, incluído el capitán Nico Cambiasso. Mientras que los pibes que fueron entrando en este campeonato, no aportaron soluciones futbolísticas.
El DT tampoco toma decisiones en tiempo y forma: insiste con Careaga y Cámpora, que en todo el torneo no aportaron prácticamente nada, y deja a un ídolo como Sánchez sentado en el banco, que con sus 37 años es más que casi todo el mediocampo que juega hoy en día. Aunque tampoco sería justo caerle con todo al Negro Rodríguez ya que él no armó, ni pudo reforzar el plantel. Sin embargo rescato el valor de muchos jugadores, que pese a no desempañarse bien, optaron por quedarse a pelearla cuando les deben los sueldos de varios meses y podrían haberse ido.
El viernes un equipo limitado como Tigre nos ganó con claridad, con un solo jugador que manejó el partido y no se supo como neutralizarlo. Hablo de un ex All Boys, Matías Perez García, que hizo lo que quiso. Esto no hace más que acentuar el mal momento de All Boys, pero pronto ya tenemos revancha y no hay opción de fallar, se viene un partido de local ante el último, que es Arsenal y de no ganar ya me atrevería a sentenciar la suerte de All Boys.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO ALBO
