Esta idea responde claramente a una mirada bielsista del asunto. Empatar o perder da igual en este tipo de torneos cortos en los que un par de malos resultados te deja afuera de todo e hilando algunos triunfos te metés en la pelea.
Lo cierto es que en casa hay que ganar, y que el Turu parece ver el fútbol como lo hacía el Loco. Al contrario que el planteo de Racing 5-3-2, Vélez terminó jugando con un 3-2-5. Con Correa, Nanni, Caseres, Pratto y Zarate en cancha, no pudimos doblegar a los 9 hombres que disponía en defensa el equipo llamado a pelear el descenso la temporada que viene.
La pregunta es, ¿era necesario descompensar tanto el equipo en la mitad de cancha y poner delanteros a los que no les llegue la pelota? ¿Es mejor poner más delanteros que inevitablemente terminarán jugando como volantes en una función que no es la suya?
Tal vez el partido estaba por afuera con Caseres y Allione, o ¿para qué poner a Nanni si no se le tira un centro? A veces en el afán de ganar e ir para adelante se olvida del orden táctico, y concluimos que lejos de poder entrarle a Racing, cada contragolpe acabo convirtiéndose en medio gol.
Debemos aprender de ésto, y encarar los partidos que vienen de la mejor manera, para soñar con un Vélez en las semis de la Copa y con chances en el torneo antes del receso. Lo positivo de la noche es que Sabella me escuchó y fue a ver a Romerito al Amalfitani. Habrá que ver si se anima a llamar al indiscutido futuro cinco de la selección. A despertarse ahora, Vélez y a cerrar los partidos que si no se puede ganar, empatando se suma.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO VELEZANO