La táctica era casi cantada: si salía todo medianamente bien, asegurarse de embarrar la cancha otorgándose algo de mérito, “colgarse” de la campaña para lavar algo de la imagen (despreciable) que había dejado, y, si la campaña era de mediocre para abajo, echarle tierra a la actual CD.
Ocurrió una mezcla de ambas, hace unos 15 día, veíamos estupefactos como el ex presidente del club hablaba de lo bien que caminaba por la ciudad y elaboraba mentiras de más grueso calibre. Y, de paso, aprovechaba para batir el parche de lo bien que habían salido los frutos de “su” proyecto de divisiones inferiores.
Los socios e hinchas están de acuerdo en mirar hacia adelante, dar una vuelta de página, enterrar la historia reciente, que es dolorosa, para seguir avanzando y, entre otras cosas, poder dejar al club en Primera División un año más. Pero esto es imposible si antes no se “procesa” lo que pasó. En mi opinión, va a ser muy difícil que el ex presidente pueda cumplir una condena por prisión efectiva, es algo que todos querríamos pero sabemos que los 7 años al frente de Colón le sirvieron a este personaje para armar o reforzar unas redes de contactos en lo político y jurídico muy importantes. Está claro que la condena social ya es cosa juzgada, ni esa persona ni su familia pueden caminar por nuestras calles como ciudadanos normales.
Molesta tener que leer del vespertino local, que tiene acceso a la cuenta RESTRINGIDA de twitter del ex presidente, que lo están juzgando sin pruebas y que “ahora va a hablar” él. Es un fantasma que no para de aparecer sobre Colón, y todavía hace algo de daño, pero que va a ser exorcisado entre todos, con Justicia.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO SABALERO - @Piguyi2011
