Al pedo como un libro en la casa de Karina Olga.
Tan al pedo como un psicólogo para Caruso Lombardi.
Al pedo como botella de agua en la heladera del Burrito Ortega.
Tan al pedo como raqueta de tenis en lo de Scioli.
Al pedo como preservativo en la mesa de luz del Diego.
Tan al pedo como vitrina en el club Gimnasia y Esgrima La Plata.
Al re pedo como la increíble apilada de cinco jugadores que se mandó Lucas Wilchez que terminó el penal para Tigre...
Por lo menos así lo vemos nosotros.