El resultado del viernes ya aparece lejano en la vorágine futbolística a las que no somete este torneo de apuros y fechas entre semana. Hablar del viernes y hacer una previa a lo de mañana es la propuesta de estas líneas que, como siempre le digo, no intentan adueñarse de “la voz del tablón” sino que más bien reflejan las ideas de un quemero en particular, uno que tiene la grata suerte de escribir para este distinguido blog futbolero.

Pese a los malos resultados y la irregularidad con la que Huracán transita este torneo, las chances matemáticas están ahí. Siempre pensamos en los puntos que dejamos pasar, en las posibilidades concretas que desperdiciamos, en esos tres puntos que deberían estar asegurados para cualquiera que desea ascender. Si contásemos esos puntos perdidos de local, solo en esta parte del torneo, estaríamos a un punto de Independiente y si bien da bronca, lo que hay que darse cuenta es que eso ya fue, ya pasó, solo sirve para corregir de miras al futuro. Además, es cierto que a los jujeños y a Ferro le pudimos haber ganado pero también es verdad que Defensa nos regaló un punto. Huracán no encontró su juego nunca, fue superado por el Halcón y menos mal que llovía y la cancha estaba medio chota, porque el globo, después de ir perdiendo, fue a buscar el empate y se entregó. Quedó bastante desordenado y entre el palo, el arquero y un Busse resbaladizo zafamos de no perder el partido por uno o dos goles.

Igual, dentro de todo, hay que reconocerle al entrenador esa idea de pensar en el arco rival que no siempre funciona pero que siempre parece estar presente. Es importante que los jugadores busquen los triunfos en todas las canchas y en bajo cualquier circunstancia. Esto no significa hacerse el loco, no cuidar los resultados o salir a jugar sin defenderse. Tiene que ver con el mensaje. Para los propios y para los rivales. Huracán debe hacerse respetar, sobre todo en esta categoría.

Mañana tenemos una parada durísima. La ventaja es el conocimiento que tiene Kudelka sobre Instituto, no sé si con eso alcanza o no, pero ya sabemos que en esta categoría nadie es invencible. Lograr un triunfo en Córdoba serviría muchísimo y le daría otro color al punto del viernes pasado. Incluso, si pensamos en lo que viene, sería la posibilidad ideal de iniciar una racha de resultados positivos que finalmente nos coloquen con mayores expectativas.

Yo sé que estoy cuidando la llamita de un fósforo en medio de la feroz tormenta, sé que es muy difícil y me resisto a pensar que es imposible. También sé que no hemos hecho las cosas como corresponden, hasta te diría que no estaríamos mereciéndolo, pero ¿Qué queres que haga? Si es esa pequeña y frágil luz es la que sostiene visible la ilusión de pasar el temporal, cómo la voy a dejar de cuidar, si levanto la cabeza y veo a otros tantos haciéndole "carpita" a su ilusión. Falta poco y estamos ahí, no es imposible, depende de nosotros si nos quedamos sosteniendo un calcinado palito negro o si logramos atravesar este momento y hacer una incontenible bola de fuego.