RACING 1 BOCA 2
–¿Qué hacés, Chino? ¿Todo bien?
–¿Qué hacés, Chino? ¿Todo bien?
–Bueh, más o menos, viste que este club es un quilombo. Ni trayendo de técnico a un ídolo del club hay paz.
–¿Me lo vas a decir a mí? A nosotros nos pasa peor, ¿no viste lo que fue esta semana?
–Seeeh. Y bueno, Agustín, viste lo que son los vestuarios, a mí también se me hizo el loco uno, la otra vez.
–Claro, pero ese por lo menos juega bien, boló, a mí se me plantó un muerto que no se puede mover.
–Te entiendo, pero a vos por lo menos no te amenazaron con un fierro.
–Tenés razón, igual si seguimos así va a aparecer la 12 con un tanque de guerra. ¿A dónde lo vas a patear?
–A la derecha, abajo. Y después se lo damos vuelta y mañana el bardo en Boca va a ser peor que nunca.
–No, Chino. Es una cuestión de esencia. Cualquiera puede estar mal, ser un desastre, estar en crisis, quebrado, sin esperanzas, perdido. Pero peor, lo que es peor, de verdad peor, siempre va a estar Racing.
Por lo menos así lo vemos nosotros.
