En cualquier momento me va a tocar.
Creí que iba a ser antes, pero en cualquier momento me toca.
Cuando no quede otra, estoy seguro que me tiene que tocar.
Aunque ahora lo ponga a ese que todavía no demostró nada, es obvio que ya me toca.
Mirá cómo están jugando, mamita, ¿cómo no me va a tocar?
Me parece verlo en la cara de Carlos. Ahí comenta algo con el profe. Es obvio, ahora me toca.
Lo llamó al nuevo, qué loco. Bueno, cuando no quede otra opción me va a tocar.
Ahora nos hacen calentar. ¡Qué ansiedad! ¡Ahora sí me toca!
¿Qué onda? ¡Te queda uno! ¡Eh, queda uno! ¡Eyyyy! Faltan 5' ¿Cuándo me va a tocar?
Bueh, ya fue. Al menos con estos muertos, si entreno un poco en la semana me toca. Seguro que me toca.
Por lo menos así lo vemos nosotros.
