Punto valioso. Así podría definir lo que trajimos de Córdoba, más allá de que quede la amargura de haber estado cerca de traer los tres puntos. Pero se hizo un buen partido, con temple y con carácter, que sirvió para sumar de visitante.
Y eso es porque el equipo encontró una identidad. Porque los rivales saben que Olimpo es un equipo duro, que tienen que trabajar mucho para poder pasar nuestra última línea, y cuando lo hacen, se encuentran un Nereo Champagne que cada fecha se muestra más sólido.
Hoy Olimpo parece haber aprendido de los errores cometidos, y a base de eso se fortaleció. Podemos discutir largo y tendido sobre el triple cinco. Podemos hablar de Miralles y Valencia. También podemos decir que tenemos muchísimas cosas para mejorar. Que no me gusta como metemos el equipo atrás los últimos 15 minutos y terminamos sufriendo más de la cuenta. Pero todos vamos a estar todos de acuerdo sobre dos cosas y que nadie negocia: actitud y humildad.
Está claro que estos muchachos no van a regalar ni un centímetro de césped a nadie. Que cada uno va a jugar pensando que a su lado no tiene un compañero, sino un hermano. Que vamos a morder, a marcar y correr hasta que no nos quede ni una gota de sudor. Que nosotros vamos a seguir alentando desde la tribuna hasta explotar nuestras gargantas, como siempre supimos hacerlo.
Hoy el mensaje parece llegar, pero repito, hay que seguir ajustando varios tornillos, porque el camino es largo y para cumplir el objetivo falta muchísimo. Y Rafaela va a ser un duro partido donde tenemos una linda posibilidad para demostrar lo que expreso más arriba.
Humildad, trabajo y compromiso. No nos olvidemos. ¡Vamos Olimpo, carájo!
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO AURINEGRO - @joaquincamicia
