NOVEDADES

05 noviembre 2013

TRISTEZA Y DECEPCIÓN


05 noviembre 2013

Qué te puedo decir, flaco. Qué te puedo decir a vos que esperás toda la semana el partido de nuestro querido Aurinegro para despejarte, para disfrutar, pero en unos minutos todo se viene abajo. A vos que rendías el lunes y soltaste los libros para mirar el partido. Qué te voy a decir, si sé que vos sentís lo mismo que yo. ¡Y mira que le meto onda, eh! Trato de buscar algún punto positivo del cual aferrarnos para mirar al futuro, pero me cuesta, se me hace casi imposible.

Quien escribe deja su nombre y apellido al pie de la nota. Seguramente muchos me dirán “sos un muerto”, “¿y vos de donde saliste?”, “yo aliento ahora más que nunca y no critico”. Pero la realidad es que me tiene sin cuidado lo que me puedan llegar a decir, soy Aurinegro desde hace 23 años. Quiero a Olimpo desde que estoy en el vientre de mi vieja.

¡Qué te voy a decir a vos que sentís lo mismo que yo! La semana no podía terminar de otra forma que con una derrota. Pasa que, para mí, el partido estaba perdido en la previa. Lo habíamos hablado, una y mil veces durante la semana, que este equipo necesitaba cambios. Cambios desde todo punto de vista; de nombres, de juego, anímico. En fin, un cambio. Pero esos cambios nunca llegaron. Rosales fue lo mismo de siempre. Meza no fue nada. Blanco y Musto hicieron lo mismo, nada. Es que en realidad, y para hacerlo más fácil, Olimpo fue la nada misma. Decepcionante.

Y no hace falta hacer un análisis más profundo, porque los jugadores y cuerpo técnico ya nos demostraron en la cancha para qué están. ¿Qué más podes esperar de unos tipos que no sabemos de dónde vienen ni para que vienen? ¿Qué podes esperar de un técnico que se queda sentado en el banco de suplentes como un pollito mojado? Particularmente, yo no puedo esperar nada más. Más allá de que sea un buen tipo, no está a la altura de las circunstancias.

La suerte está echada. En realidad y para ser más claro, la suerte está en manos de un montón de tipos que el sábado que viene van a salir a la cancha. Sólo espero que lo hagan los que quieren defender la camiseta en serio. Basta de mediocres mercenarios que vienen de paso a juntar unos billetes. Es momento para que David Vega se afirme como titular y con la cinta de capitán. Es momento de aplaudir a Villanueva, a Gil y ovacionar a Cerutti. Es momento para que Perazzo, si es que quiere seguir, se pare sobre la línea de cal y pegue gritos como se debe. Es momento, también, que nosotros los hinchas, alentemos como siempre y más. No por los jugadores que nos hicieron sentir avergonzados el último partido, sino por Olimpo, por nuestro querido y gran Olimpo de Bahía.

Estoy cansado. Hecho trizas. Triste y decepcionado. Porque cuando pierde Olimpo siento un vacío inentendible en las entrañas. Y no se lo llena nada. O mejor dicho, sólo se lo llena con una cosa: con ganar el próximo fin de semana.

Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO AURINEGRO@joaquincamicia

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