Ya no se
trata de si uno es pesimista o no. Ya no se trata de apuntar al que está al
lado con el típico “viste que yo te dije,
a Perazzo había que bancarlo”. No, nada de eso. Hoy lo único que importa es
ganar. Ganar como sea: con gol de penal mal cobrado, con gol en contra del
rival, empujándola con el miembro, en offside, etc. Había que ganar de la forma
que fuere. Y se ganó.
Se ganó
porque Olimpo está encontrando un orden. Porque hace dos semanas éste equipo no
sabía para donde iba y hoy, con muchísimas cosas por mejorar, por lo menos hay
dos o tres puntos fijos de los cuales aferrarnos para mirar un futuro un poco más
alentador. Por un lado porque Perazzo se dio cuenta que a éste equipo, que él
mismo armó, no le sobra nada. Entonces pone un Olimpo en cancha más agresivo,
sin ideas y con poco juego, pero más agresivo al fin. Con Furios que lleva la
bandera en el fondo. Con Gissi que sólo tiene unos pocos partidos y tuvo que
mostrarle a sus compañeros como se
tienen que jugar.
Olimpo cambió,
no mucho pero hubo un cambió. Y eso se manifiesta a partir del ingreso de
Lugüercio, que todas sus limitaciones las tapa con un gran esfuerzo; corre por
toda la cancha, defiende y ataca. Se las arregla bien cuando le tiran pelotazos
y no es ningún tonto para aguantarla y descargar para sus compañeros. Eso,
sumado a la calidad y el desgaste constante que propone Cerutti, el peligro que
le genera P. Guedes a los rivales, la inteligencia de Blanco para cortar todo
en el mediocampo, hacen que Olimpo haya encontrado un orden que, dos semanas
atrás, parecía imposible de encontrar.
Pero seamos
sinceros, y que los puntos obtenidos las últimas dos fechas no nos dejen
ciegos. Olimpo no juega bien y esa es la realidad. Los goles nacen más por
defecto del rival que por merito propio. Los delanteros no la meten y sólo
apostamos a las pelotas paradas o remates fuera del área para generar alguna
ocasión de gol.
Venimos de
dos triunfos fundamentales que nos permiten respirar un poco. Y lo trascendental,
quiero destacar, es que los muchachos entendieron que hay que jugar con huevo y
corazón.
No es
momento de abundar en análisis. Ahora, lo único importante, es ganar.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO AURINEGRO - @joaquincamicia