Pasa más seguido de lo que creemos. Tenés las vacaciones preparadas, reservaste pasajes, tenés el itinerario hecho y ya te hacés la cabeza con descansar cuando tu mujer te anuncia que su hermana también viaja porque está sola y su única oportunidad de descansar es ésta. Ocurre en una salida con amigos, que Ricardo te cae con un primo desconocido al que hay que hacerle la gamba para charlar porque es tímido pero llegó al país hace poco y no conoce a nadie. Sucede también con algún primo salame que primero se hizo el exquisito pero ahora se aburre y se quiere sumar al chinchón dominguero. O cuando estás en lo mejor del picado playero y un gordo con dos pibes te grita "¿falta uno?" y metés a los chiquitos de un lado y al pesado del otro. A veces se da que estás parlándote una nena en una fiesta y el loser de tu amigo aprovecha la volada y se prende a hablar con ustedes para ver si te duerme el levante. Y pasa con Boca: mientras los de arriba boludean, se engancha a último momento a ver si se lleva un campeonato.
Por lo menos así lo vemos nosotros.
