Como había dicho en la nota anterior, el objetivo son los treinta puntos, y a la vista no parece nada sencillo sumar 17 de los 27 que quedan en juego.
Vélez fue dos equipos distintos antes y después del corte de luz. Más allá del hombre menos, hasta ese momento seguíamos dominando el juego y estando arriba en el marcador hasta pudimos aumentarlo luego de un penal no cobrado contra Zarate.
Después con un Pratto fundido, jugando siempre en nuestro campo, no lo pudimos aguantar y lo terminamos perdiendo. Tres puntos que en otro momento hubieran quedado para Vélez. El inquietante presente nos muestra una vez más la irregularidad de este equipo. Ahora sólo queda sumar todo lo que juguemos de local para no preocuparnos por la tabla de abajo, como nunca lo hemos hecho.
Quedará esperar el rival de Cuartos de la Sudamericana y apostar todas las fichas al 13 de noviembre, en la Supercopa Argentina contra el ganador de Arsenal vs. San Lorenzo. Luego, a pensar en un equipo competitivo para la Libertadores del año que viene, no dormir con los refuerzos y esperar que Gareca siga en un club que realmente banca los proyectos a largo plazo.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO VELEZANO
