Si todo resulta bien el jueves, y no ocurre ninguna fatalidad, el Millonario tendrá una agenda algo más que ocupada. Siete partidos en veintiún días, un partido cada setenta y dos horas. Un dolor de cabeza para los físicos de los jugadores, una caricia al alma del hincha que le gusta ver a su equipo. A no quejarnos. Ése es el ritmo que siempre debe tener un club tan grande como River, jugando copa y torneo, como siempre fue y nunca debió haber parado.
La prioridad es la Copa, claro está, es a lo que señalamos cuando nos hacen elegir. Se sabe que en algún momento habrá que priorizar uno, pero mientras se pueda y den los físicos sería lindo ver al Millo jugar con el mismo compromiso e intensidad los dos torneos. Soñemos, muchachos, que por ahora es gratis.
Hoy por hoy somos ratos. Ratos de buen fútbol, ratos de toques de primera, ratos de falta de ideas, ratos de desorden. Será tarea de Ramón lograr disminuir los momentos de carencia de ideas y prolongar los momentos de buen fútbol, ese que nos gusta a nosotros.
Ojo, que el paladar no se confunda con necesidad. Necesitábamos ganar un partido así, tan trabado y con los dientes apretados, donde parecía que si no habíamos logrado convertir en el primer tiempo –donde mejor jugamos- no lo íbamos a hacer más. Por eso el desahogo cuando la carambola de Carbonero terminó acariciando la red.
Seriedad, compromiso y actitud: somos River. A salir a ganar todos los partidos de acá al final, de esa manera creo que el objetivo es posible. A pensar en las metas, pero yendo partido por partido, el encuentro más importante siempre es el que sigue. Te la robo, Mostaza: “paso a paso”. Dimos uno firme donde nos podemos apoyar para dar el que sigue.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO MILLONARIO - @Gaspar_L
