Así es Cachito, tomaste aire. Porque Talleres consiguió su primera victoria en la vuelta al Nacional B y Sialle sigue en su cargo. Él mismo se había puesto de plazo este partido, que si no lo ganaba, presentaba la renuncia. Pero no. Talleres mostró un cambio de actitud, algo que no se había visto en estos partidos, y doblegó a Sportivo Belgrano por la mínima diferencia, con un gol de Sánchez Sotelo.

Remarco lo de la actitud ya que terminamos jugando con 9 hombres (Díaz expulsado; Nievas lesionado y los 3 cambios ya se habían efectuado), con el Verde del este cordobés copando nuestro campo y bombardeando el área de Santillo con una lluvia de centros. Supimos aguantarlo, nos cerramos bien y logramos ganar. Obviamente a nadie le gusta terminar colgado del travesaño, pero ante las circunstancias que se presentaron había que quedarse con los 3 puntos como sea.

Y no ganamos porque nuestro juego brilló ni porque fuimos ampliamente superiores. Tampoco le cascoteamos el rancho a Rigamonti. Casi todo lo contrario: Sportivo nos presionó bien arriba y nos hizo defender bien pegado a nuestro arco. Encontramos la solución jugando de contra (quizás como más cómodo nos sentimos jugando) y saliendo lo más rápido posible. A pesar de no haber hecho transpirar al arquero visitante, las chances más claras fueron nuestras: Klusener al travesaño y luego Sánchez Sotelo se lo perdió increíblemente, aunque luego el Lobo, tras un gran pase del goleador, convirtió su primer gol con la camiseta albiazul. El complemento lo arrancamos bien, pero faltando 15 minutos ya teníamos 2 jugadores menos y se hizo lo que se pudo.

En fin, lo importante era ganar. De más está decir que éste no es el Talleres que todo el público quiere ver, ni mucho menos. Pero, como dice el gran Mostaza, vamos paso a paso. Primero, a recuperar la parte anímica, que es un factor importante para ganar partidos. Luego, aceitar el juego para que sea más fácil ganar y no haya que sufrir demasiado. En pocas palabras, se ganó porque convertimos la chance que tuvimos. Sportivo nunca encontró la vuelta y los centros no fueron su respuesta. Cuando hilvanó una linda jugada, se topó con Santillo, de gran presente. De esta manera, cortamos una serie de 6 partidos sin ganar (5 PBN y 1 Copa Arg.) y de 2 encuentros sin convertir goles.

El próximo viernes, y con Cacho Sialle en el banco, visitamos a Gimnasia en Jujuy. Ganar en La Tacita del Plata nos vendría muy bien en lo numérico y en lo anímico, aunque lamentablemente tenemos algunos jugadores lesionados. Tarea de Cacho y cia. para reemplazarlos de la mejor manera y traer los 3 puntos a La Docta ante un rival complicado. Para terminar, cabe destacar a la gente que como siempre aguantó al equipo en un horario no muy cómodo y en una situación en la que estábamos tambaleando. Alentó todo el partido y cuando nos tenían contra el arco, levanto su grito al cielo para aguantar el 0 y quedarse con la victoria. El público albiazul, singular y fiel como pocos, terminó cantando “y Cacho no se va”. Sí, Cachito querido, tenés banca.