No sé muy bien cómo explicar la sensación que tengo hoy en día. Más aún, después de leer varias notas de medios partidarios, me da la impresión que en mayor o menor medida, todos tenemos la misma extraña sensación. Trataré de explicarla. Primero, seguro que no es una sensación de alegría ni de satisfacción. Los 4 goles que nos hizo Lanús nos dolió mucho. Es verdad que nadie (o casi nadie) se subió al caballo de estar punteros, pero si a Lanús le ganábamos, todos iban a estar hablando del “sorprendente” Argentinos puntero y, más de uno pensaba que si sacábamos 3 puntos del sur íbamos a estar para “algo más” que pelear el descenso.

Tampoco es una sensación de tristeza ni de preocupación. Si bien perdimos por goleada, era esperable perder (con esperable me refiero a que en la lucha por el descenso y en el imaginario de los puntos más accesibles para sacar, nadie contaba ni con sacar un punto en el Sur). Y aparte, debido a que teníamos 13 puntos en 6 partidos jugados, en este campeonato teníamos un “mini colchón” que nos daba una cierta tranquilidad en que no era necesario ganar o ganar en cancha de Lanús.

Tal vez, la sensación que tengo (y creo que la mayoría tiene) más bien se parece a tranquilidad. Uno puede estar tranquilo porque el equipo, en pocas fechas, demostró que tiene armas para combatir en cada partido (pocas armas, pero las tiene) y que, por sobre todas las cosas, que los jugadores y el cuerpo técnico van a dejar todo en cada partido, cosa que no es poco. Estos 2 motivos nos tendrían que dejar tranquilos en otra situación que no sea en la que estamos. A pesar de sacar 13 puntos en 7 partidos (casi 2 puntos de promedio), nuestra situación con el descenso es complicada. Ahora estamos a 4 y 5 puntos de los que más cerca tenemos y abajo tenemos a equipos que dividen por 1 temporada. Entonces la sensación es de tranquilidad por un lado y preocupación por el otro… Por ahí, lo que se me ocurre como para tratar de ejemplificar, es que estamos arriba de un caballo que va rápido, que está alcanzando a los de adelante pero no sabemos si los de adelante van a acelerar o si nuestro caballo se va a cansar. Lo que si podemos estar seguro es que este caballo va a dar todo lo que tiene (y no es poco pensando en el campeonato pasado). Lo que podemos hacer nosotros por este caballo, es copar el domingo el DAM para que sienta el aliento de todos nosotros y saque energías de donde no tenga. Que este caballo sienta que hay todo un barrio, una institución que lo alienta y que lo quiere ver adelante…
Por lo menos así lo siento yo.