COLÓN 2 CENTRAL 1
Debería estar prohibido ir por la vida sin haber escuchado al menos 72 veces la historia de la liebre y la tortuga. Dicha fábula deja en claro cómo, con perseverancia y astucia, la tortuga consiguió ganarle una carrera dificilísima a la liebre. El quelonio tenía todas las de perder, pero resulta que su competidora era muy pajera y se echó a dormir una siestita en medio de la competencia, confiada de que la vieja tortuga jamás recuperaría la distancia que había sacado. Cuando la liebre despertó, se sorprendió al ver que la tortuga estaba cruzando la meta. Terrible garronaso para la liebre que se fue a su casa con el amargo sabor de la derrota por no saber capitalizar las ventajas a su favor.
Conocer esa bonita moraleja es muy útil, ya que puede ahorrarnos muchos disgustos. Sino preguntále a Central, que habiendo jugado la mitad del partido con uno más, dejó que se le piantara Colón.
Por lo menos así lo vemos nosotros.
