Otra vez me toca empezar la semana lleno de alegría. Lo que pasó este fin de semana da para escribir miles de hojas. Pero vamos por partes.

¿Clásico? Estoy cansado de escuchar que AAAJ-All Boys es un clásico. Títulos, años en primera, historial entre los equipos, jugadores históricos de uno y de otro. Dejémonos de joder. Están cerca las canchas ¿y? Es como decir que River- Defensores o San Lorenzo-Riestra son clásicos.

El partido. Sufrimos innecesariamente. En 60 minutos a ellos no se les cayó ni media idea. Sin hacer mucho, el  partido estaba controladísimo. No me sorprende que no reflejemos la superioridad numérica después del la expulsión: eso se logra tocando y buscando espacios, algo que no está dentro del repertorio de este equipo. Pero nos metimos atrás solitos; esta vez los cambios (defensivos todos salvo el del Keko) no salieron y sólo le dieron la pelota a All Boys que no lo empató por Migliore.

Punta. ¿Qué punta? En lo que va del año esa tabla no la miré ni una vez. No tenemos ni el plantel, ni la idea de juego que se necesita para pelear un título. Me deja tranquilo que ni uno de los jugadores o del cuerpo técnico se va a creer que podemos ser campeones. Tienen bien claro a lo que juegan.

Cuatro partidos sin derrotas y ¡469 minutos sin recibir goles! Increíble racha, pero esto recién empieza. Ojalá se extienda para que, independientemente de que miremos desde arriba a 19 equipos en la tabla del inicial, podamos seguir viendo desde arriba a al menos tres de la otra tabla.
Por lo menos así lo siento yo.