Entrás al casting y encontrás gente nueva, gente vieja, algún que otro conocido, y ese experimentado con el que te cruzás hace años. El Chueco dejó en claro que la estrella será uno solo, y cuando mirás alrededor, pensás que vos y él le pasan el trapo a todos los demás: hace mucho que están en el medio, tienen buenos recursos, y la gente por la calle los saluda y los quiere mucho. Los dos están ilusionados.
Llega el momento de decir la letra y titubeás un poco. Después, le toca a tu contrincante, y su actuación no resulta creíble.
Cuando terminan, el productor los lleva a un costado y les ofrece un papel. Será de reparto, como siempre. Porque con lo que mostraron, aclara, en esta novela tampoco serán protagonistas.
Cuando terminan, el productor los lleva a un costado y les ofrece un papel. Será de reparto, como siempre. Porque con lo que mostraron, aclara, en esta novela tampoco serán protagonistas.
Por lo menos así lo vemos nosotros.
