Su equipo, nuestro equipo, se contagió. Pero no del apoyo y de la euforia, se contagió del apodo, de lo neutral. Jugó la mayor parte del partido sin ideas, ni juego asociado, ni volumen de posesión. El Tomba planteó un acertijo que el Millonario no supo descifrar. A pesar de intentar en repetidas ocasiones nunca logró evitar esa constante presión. ¿Qué es lo que dice el manual que hay que hacer para contrariar la presión rival? Tocar de primera, largar rápido la pelota con pases seguros a un compañero. Pero lejos estuvo River de hacer eso.
Hubo ocasiones; pocas, pero las hubo. Nuevamente la falta de peso ofensivo fue nuestro peor enemigo. Esa espina del Torneo Inicial, ese flagelo que se vuelve a repetir. Y no hay que caer sobre los pobres pibes, que ahora tienen que bancarse la presión de millones de hinchas. Ellos no tienen la culpa de la flaqueza ofensiva; caerles no hace más que quemarlos de cara al futuro, donde ellos deben ser los protagonistas. Pero, ¿por qué, si compramos a dos delanteros de jerarquía? ¿Por qué nos falta gol? Porque los delanteros que trajimos no juegan, campeón. Y no porque estén lesionados, o no estén bien físicamente, no juegan porque no están habilitados. Pero, ¿cómo, si llegaron hace más de tres semanas? Esto es River, macho. Pero no el River glorioso y supercampeón, ese no, éste es el River de los dirigentes ineptos, el River del déficit y la ineficiencia, el River de los últimos años.
Como hincha estoy algo cansado, porque al fin y al cabo a los que amargan es a nosotros, somos los que lo sufrimos, y ellos, como siempre, termina el partido, apagan la tele y siguen con su millonaria vida. Nosotros somos poco importantes hasta que llegan las elecciones, ahí si somos prioridad. Sepamos elegir, por favor. Tengamos memoria.
En la semana hay partido por Copa y, supuestamente, los refuerzos estarán. Lamentablemente, acá hay que tomar todo con pinzas, pero el tema ofensivo estaría saldado. Hay que hacer enfoque en eso que nos sigue faltando: el juego. No podemos combinar colectivamente, no sabemos cómo y creo que ese es el gran desafío que tiene Ramón: darle a esta idea juego asociado y gol. Avanzan los compromisos y River debe dejar esa neutralidad y ponerse el traje de candidato, el que le corresponde.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO MILLONARIO - @Gaspar_L
