NOVEDADES

06 agosto 2013

LA VEDETTE DEL MERCADO DE PASES


06 agosto 2013

Este es mi debut como adelantado del taladro, equipo del que soy obviamente hincha. Como usted —hincha de Banfield— sabrá, las incorporaciones no fueron de las más rutilantes en este receso. No hay mucha plata y lo del fideicomiso recién está en su etapa inicial. Recuerde que todavía seguimos pagando la fiesta portelista. Pero que no haya grandes nombres entre las incorporaciones, no quiere decir que el equipo sea malo. Todo lo contrario mi estimado, se formó un lindo equipo, y lo de Bertolo todavía está al caer. Las mejores incorporaciones que hicimos, fueron la vuelta del Beto Bologna y la de Tagliafico. Se pudo reforzar el sector defensivo, donde más hacíamos agua, con la llegada de Bianchi Arce y la vuelta del oriundo de Capiatá, José De Vaca. Asimismo se trajo gente para el mediocampo a fin de darle una pequeña ayudita a los que ya estaban, todos dicen que Cazares, el ecuatoriano, es un gran jugador. Habrá que verlo en la cancha nomás. El tema de los delanteros parece que puede andar entre Salcedo y Chávez. Como que la cosa va queriendo. Eso sí, hubo incorporaciones como la del arquerito Servio —vino de River a pedido de Almeyda— que cierran menos que puerta de madera en día de humedad.

Le voy a ser sincero, para qué andar con vueltas. Almeyda me gusta poco y nada, es un técnico que se relaciona cómo jugador con su plantel y todos sabemos que hoy por hoy las camarillas están a la orden del día. En lugar de ponerse en el papel de entrenador, se pone al mismo nivel de jugador, condición que parece que aún no pudo superar. Volviendo al tema de las “camarillas”, al mismo Almeyda lo fueron de River de este modo. Y no nos olvidemos que en Banfield el torneo pasado también la hubo —cuando lo hicieron ir a Garnero—. Acá se necesita a un técnico autoritario, a un Luis Garisto que meta cuatro gritos y sofoque cualquier intento de motín, son jodidos los jugadores de hoy en día. No me malinterprete, no es que no banque a Almeyda o lo cuestione, pero no estoy de acuerdo con sus políticas, tal vez yo sea de la vieja escuela. Esto es un barco y hoy el barco lo maneja Matías Almeyda, quiero que le vaya bien, no quiero ahogarme en el medio del mar, teniendo que cambiar de Almirante en pleno viaje.

No quiero terminar esta columna sin antes referirme a la vedette del mercado de pases. Que lo quería Gimnasia, que Estudiantes, que All Boys, que Racing… hasta nosotros parecimos en la cola para traerlo. Pero vayamos un poco más atrás, al 2010 puntualmente. Luego de la polémica negociación —que no la hubo casi— en el 2010, en donde Silva al verse ninguneado por los dirigentes del club de aquel entonces, dijo una frase (¿de compromiso o para tirarle la gente en contra a un ya cuestionadisímo Portell?) En donde manifestaba que nunca jugaría en Lanús. Sin embargo no cumplió a su palabra y termino jugando en el conjunto lanusense. Las reacciones en el hincha de Banfield fueron dispares. Muchos se enojaron, otros tantos manejaron el tema con indiferencia. No pasó desapercibido, eso sí. Unos se lo tomaron con calma, otros le desearon un exitoso viaje a la concha bien de su madre. El tema es complejo, porque se trata de un jugador que fue vital en el campeonato ganado por el taladro en el 2009. Muchos lo tienen —o tenían— cómo un ídolo. Acá es donde le voy a impartir mi visión personal. Un jugador de fútbol es ante todo un profesional. Viene al club, hace su trabajo, le pagan y se va. A Silva le pagaron por hacer goles en Banfield, no vino gratis o "de onda". Sí, tiene razón mi estimando, al “Pelado” no lo quería nadie, pero vino y cobro un sueldo y premios, después de todo, gratis no vino. El profesionalismo es así, mi viejo. No tiene ídolos. Tener a un futbolista profesional de ídolo porque salió campeón en nuestro club —más en estos tiempos que corren— es cómo creer que un abogado que contratamos, es nuestro amigo porque nos defendió bien y nos hizo ganar un juicio. A ambos profesionales les pagaron para que hiciesen las cosas bien. No es un mercenario, es un profesional, esa fría palabra lejana a cualquier sentimiento y pasión por los colores. Los guapos se terminaron con la pólvora, los ídolos se terminaron con el profesionalismo. Hay muy pocos ídolos de verdad —tampoco generalicemos— El único ídolo será por siempre el Garrafa.

Por lo menos así lo siento yo.

ADELANTADO TALADR - @Yuainjaim
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