Yo sé que tengo dos hermanos que no sirven ni para catadores de waffles, pero si tuviera que compararme con ellos diría que mi nivel es parecido al de Ramiro. El pibe es de madera, pero como juega pocos minutos no se nota. Igual con Rolegio tengo algunas cositas en común. Cuando voy al super a comprar comida, me cuesta embocarla en el changuito. Así y todo, tengo mejor puntería que él, eh.
Bianchi sobre Caruzzo: “¿Bastante relegado? ¿Por qué dice que quedó “bastante” relegado? Yo no lo veo así”
Conmigo Caruzzo no juega más. Cada vez que lo pongo se manda una cagada, va de penal a penal, parece el Gordo Valor. No puede marcar ni a mi abuela en silla de ruedas. Teniendo de competencia a Burdisso y Chiqui Pérez es imposible quedar relegado. En todo caso, está regalado.
¡Estamos perdidos! Estamos en la B… ¡Metropolitana! ¡No levantamos nunca más, tenemos menos futuro que el transfer de Teo Gutiérrez! Las bolas que no estamos desesperados, yo ya armé una valija para irme en un par de fechas a vivir a Canadá o Australia, aunque estén peor que Argentina.
Ramón Díaz: “Cómo no voy a estar nervioso, estamos dando ventaja”.
Estoy recontra cagado. Somos una banda, no le ganamos a nadie y, si seguimos así, van a pedir que vuelva Jota Jota. Encima cuando necesito apoyarme en alguien, miro al costado y me encuentro con el pajero de Emiliano pegoteando una Playboy de Katja Alemann. Con mi hijo estamos dando ventaja.
Gerardo Tata Martino: “Soy un enamorado de los conceptos del Barcelona”.
Desde ya que me gusta el juego de Barcelona, su estilo, Messi, Iniesta, Xavi y las estrellas que tiene, pero de lo que estoy enamorado es de los Euros que estoy robando; también estoy enamorado de esta ciudad increíble, que no se parece en nada a la asquerosa y mediocre Rosario; además estoy enamorado del tremendo Audi que me dio la dirigencia culé y el zarpado departamento frente a la playa que ligué.
Federico Mancuello: “Estamos unidos”.
El vestuario es un quilombo. El Rolfi me dijo que declare esta gilada para no levantar sospechas. Brindisi será un tipazo, pero de fútbol sabe menos que Flavio Mendoza. Puertas adentro existen dos grupos, uno que está atrás de la guita y le importa muy poco la camiseta de Independiente, y otro bastante distinto, que también está atrás de la guita, le importa muy poco la camiseta de Independiente pero que quiere voltear al técnico.
