Se fue el Torneo Final y el gran cierre de campaña, y con
ellos también lo hizo De Felippe, que decidió irse por la puerta grande y no
renovar su contrato. No veo mal su decisión de irse conforme, con una buena
imagen y los objetivos cumplidos; en general hubiera gustado que se quedara
pero su postura es entendible. Por otro lado, lo que dicen las paredes es que
entre los requisitos que había pedido para quedarse, uno era que borraran a
Caneo. Y… no; así que muchas gracias por los logros, pero bienvenida su salida.
La dirigencia se movió rápido, inédito, y en menos de dos
días contrató al nuevo entrenador: Nelson David Vivas, “Chango” para los de la
casa.
Si me preguntan lo que opino, para mí está más que bien
desde todo punto de vista. Repatriar de alguna forma a un hombre de la cantera,
que empezó y terminó su carrera en el Cervecero y se cansó de demostrar cuánto
quiere al Decano, dándole la oportunidad de hacer lo que entre líneas había
dejado ver que deseaba más de una vez, me parece excelente. Me pueden decir que
es un riesgo, que la inexperiencia, que esto, que lo otro. Yo respondo que eso
es relativo, porque tuvo bastante tiempo como ayudante de Simeone armándole los
tácticos y llegando a conseguir nada menos que dos títulos, siendo ese soporte
que siempre está pero a veces no se nombra. Como si fuera poco, últimamente los
técnicos debutantes vienen dejando en jaque a los de renombre y enorme
experiencia, que ya no aseguran nada y les cuesta mucho ganar con chapa ante
las ganas de las nuevas camadas.
Para encarar lo que viene, nada mejor que algo nuevo pero
con gustito a gloria conocida y sensación de amor en el aire. Chango, si vas a
poner en el banco la mitad de los huevos que pusiste en la cancha, quedate a
vivir. Por tu felicidad y la de todo el Pueblo Cervecero, ¡éxitos!
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO CERVECERO –twitter.com/adrian28qac