Dios: ¿Hola?... ¡Hola! Hable más fuerte, por favor...
(Se escuchan ruidos y bullicio)
Cantero: Hola, ¿habla Dios?
Dios: ¿De parte de quién?
Cantero: Soy Javier Cantero, Señor. Soy argentino, vivo...
Dios: ¡Ah! ¡Vos! No hace falta tu currículum, querido. Esperá que me corro porque estamos acá en un asado con unos colegas... ¿ahí me escuchás?
Cantero: Yo sí, ¿usted?
Dios: Sí, ahora sí. Escuchame, ¿vos sos el que viene llamando desde el año pasado, no?
Cantero: Bueno, sí, pasa que el problema que tengo...
Dios: A ver... esperá que me fijo... Uy, querido, ¡estás al spiedo!
Cantero: Bueno, seguramente ud. atenderá casos peores...
Dios: Ehhh... Mmm sí, peores... Mmm bueno, sí. Ahora no se me viene a la cabeza, pero sí, seguramente habré tenido algún caso peor.
Cantero: ¿Entonces ud. ya sabe lo que vengo a pedir?
Dios: Y... supongo que es lo mismo que venís pidiendo en la AFA... A propósito, ¿Cómo anda Don Julio? Ese es casi eterno como yo. Y mucho más poderoso.
Cantero: Bien, anda bien, Señor. Ahora, sobre mi problema. Mi club está atravesando la peor crisis de su historia y quería ver si Ud. con su altísima gracia...
Dios: Altísima gracia me hicieron los refuerzos que trajiste para esta temporada, ¿de dónde los sacaste?
Cantero: Es que soy un tipo que recién empieza en esto del fútbol y...
Dios: Eso se nota, quedate tranquilo. Sólo un tiernito como vos arranca peleándose con la Barra.
Cantero: ¡Pero correspondía! Son violentos y exigen privilegios por algo que...
Dios: Bueh, tampoco es para ponerse tan quisquilloso. A veces es necesario que algunos te hagan el aguante. Yo a mi hijo le puse 12 patov... digo apóstoles que lo seguían y cuidaban. Y más de uno se ponía bravo. Ese Judas, por ejemplo, se fue al joraca, pero con el resto se podía negociar. Si no los romanos me lo comían crudo al nene.
Cantero: Sí, eso lo entendí, mis colegas de AFA me enseñaron cómo es el asunto y lo arreglé. Igual, seguimos complicados...
Dios: ¡Y cómo van a estar, hermano! Perdiste 2 meses pidiéndome que Farías la meta. ¿No se te ocurrió algo más fácil? No sé, un corazón para Montenegro, una idea para el Tolo, una dieta para Leguizamón, un cerebro para el Malevo Ferreyra...
Cantero: Pensé que...
Dios: No jodas. ¿En serio pensaste? Contáte otro. Si hubieras pensado no agarrabas al club después de Comparada.
Cantero: Estoy desesperado, señor. Necesito que salve al Rojo del descenso. Como sea.
Dios: Es muy jodido... no sé si puedo hacer una cosa así... Encima son los diablos rojos... Yo soy Dios, no sé si me cierra. Y aunque quisiera, tampoco soy Caruso Lombardi.
Cantero: Pero tiene que haber una posibilidad...
Dios: ¿De ser Caruso Lombardi? No, ninguna. Me echan del cielo al instante.
Cantero: No, de salvarnos.
Dios: Mirá, te puedo contactar con otros colegas que por ahí te pueden dar una mano... bancame un segundo...
Cantero: ...
Dios: Acá Zeus me dice si no tenés a un tal Caicedo. Dice que le pegó con un rayo sin querer, que lo disculpe si lo dejó quemado.
Cantero: Ah, sí, bueno, le aviso. Y ¿Zeus me va a ayudar?
Dios: No, dice que no piensa moverse del Olimpo porque están festejando el ascenso. Esperá que me fijo a ver si otro se prende... ¿Muchachos, alguien puede darle una mano al presidente de Independiente?
Una voz indefinida: ¡Para el rojo va bien Alá!
Dios: ¿Alá?
Una voz indefinida: Sí, Alá "B", ¡se van para la "B"!
(se escuchan risas)
Dios: Parece que todos te toman en joda.
Cantero: No me importa, acá en la tierra pasa lo mismo.
Dios: A ver, muchachos, en serio, ¿alguien se anima a ayudar al presidente del Diablo?
Una voz indefinida: ¡El dios hebreo!
Dios: ¿Quién?
Una voz indefinida: ¡Yavé! ¡Para Independiente Yavé!
Dios: Parece que hoy los muchachos se comieron a Piñón Fijo. Es que llamaste en mal momento, a esta altura ya nos morfamos el cordero de Cristo y nos bajamos unas cuantas botellas de tinto sin bendecir, viste.
Cantero: Estoy perdiendo las esperanzas.
Dios: Bueno, a perder ya estás acostumbrado... todo pasa.
Cantero: ¿Entonces no me van a ayudar?
Dios: Mirá, podemos hacer esto. Ahora que levantamos los platos, vamos a jugar un torneito de truco. El que sale último, paga el asado y te tiene que ayudar a vos. Es lo máximo que te puedo ofrecer. ¿Te cierra?
Cantero: Y... antes que nada.
Dios: Tendrías que agradecer, bastantes líos ya me trajo el diablo como para tener que salvarlo.
Cantero: Gracias, Señor.
Dios: No hay de qué. Y la próxima, fijáte mejor en dónde te metés, querido.
OTRAS CHARLAS ADELANTADAS...