Nunca pudimos tener la pelota, hacerla circular y generar juego para los delanteros, ni dormir el partido. Con la expulsión de Stefanatto y la salida de Montoya Muñoz, y el ingreso de Perea para mantener estabilidad en el medio, se perdieron las ideas con las que All Boys llegó a Núñez. Es verdad que al terminar 0 a 0 el primer tiempo hubo ciertas esperanzas, pero en la segunda mitad pasó lo inevitable.
Fue titánica y emotiva la entrega de All Boys jugando más de 60 minutos con uno menos, resignando con los cambios a atacar, haciendo lo que se podía. Más allá de errores, desinteligencias y falta de orden, creo que prácticamente no se le puede reprochar nada a los de Pepe Romero, que intentaron todo lo que estuvo a su alcance las pocas veces que pudieron, pero sin encontrar jamás una puerta de entrada.
Lo más destacable fue otra muy buena actuación de Cambiasso, capitán y emblema de Floresta. Pero sus revolcadas, atajadas y voladas no alcanzaron para evitar la derrota.
Lejos y tranquilos en la lucha por mantener la categoría, lejos también entre los que aspiran a entrar una copa, prácticamente All Boys solo fue al Monumental a hacer lo que sabe, arruinarle la vida al rival, pero no fue la ocasión, las cosas no salieron, y el plan B tampoco resultó. Nos fuimos con las manos vacías pero con el orgullo intacto.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO ALBO - @ALLBOYSFLORESTA