La primera pieza se coloca en el arco. Es a gusto del consumidor y aunque personalmente sospecho que Ustari es más arquero, hay que reconocer que Orión lo viene haciendo muy bien. No creo que Boca tenga mayores complicaciones debajo de los tres palos.
En la defensa el manual bianchista indica que se deben colocar cuatro piezas. Por los costados dos tipos rápidos con buen dominio de pelota y mucha proyección; en la cueva dos patovicas con igual cantidad de fuerza que de neuronas. Ahora pasemos de la teoría a la práctica. Para el lateral izquierdo el Virrey cuenta con Clemente (con lo que queda de Clemente) y Zárate que asoma como un interesante proyecto. El sector derecho se rifa entre Cellay, Albín y Sosa. Llamativamente el puesto sigue vacante y, a esta altura, le tengo más confianza a Eber Ludueña que a los otros tres candidatos. En la zaga central Caruzzo y Pérez forman parte del selecto grupo de los peores defensores de la historia del club. Torpeza, lentitud y la carencia de inteligencia son sus principales credenciales. Un tibio Burdisso y la esperanza del juvenil Magallán es de lo poco que hay para rescatar de este pobre menú.
Siguiendo con las indicaciones del "modelo para armar" bianchista, en el capítulo del mediocampo se definen cuatro posiciones, un volante central que reparta patadas y marque presencia, por los costados uno que se ocupe de colaborar con el primero y el otro que se encargue de asistir al cuarto volante, o sea, al organizador, al administrador de la pelota. Hace un par de meses Bianchi intentaba armar este dibujo con Ledesma, Somoza, Erviti y Colazo. Hoy, con el superlativo nivel de Pichi Erbes, la presencia de Ribair, la vuelta de Sánchez Miño con su despliegue y exquisita pegada, y el regreso a las canchas del más grande de todos para armar juego, la cosa tiene otro color.
El modelo terminado se completa con dos piezas arriba de todo, una por afuera y otra por adentro. Pegado a la raya el Burrito y la revelación de Palacios ofrecen garantías. Y por adentro Silva y Viatri no convencen ni al más optimista de los hinchas, razón por la cual Blandi viene pidiendo pista.
Ahora bien, por qué no se intenta otra cosa en el lateral derecho ni se le da minutos a Magallán, sólo Bianchi y Dios lo saben. Las lesiones de Pichi Erbes y del Negro y la no inscripción de Miño en la Copa me hace sospechar que por el momento el Virrey llenará de "parches" el mediocampo y todos sabemos que difícilmente funcionen. Arriba Blandi se cae de maduro pero Carlos demora en probarlo.
Se vienen meses difíciles, donde el nivel de ciertos jugadores, la habilidad de Bianchi para encontrar los momentos y las piezas claves, y el apoyo incondicional de la mitad más uno serán fundamentales para llegar a junio hablando de hazañas y héroes con botines.
Luego vendrá el tiempo de limpiezas profundas y compras inteligentes. Centrales de experiencia, Vargas, Gago y por qué no Scocco son nombres que deberían empezar a figurar en las carpetas de los dirigentes.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO XENEIZE - @roquelme
