Está haciendo que propios y extraños se convenzan de que somos un equipo aguerrido que te va a costar un Perú hacernos un gol y que, si te descuidás, te embocamos y perdiste el partido. Y lo logró con los mismos jugadores que tenía Schurrer. Esos mismos que nos hacían un gol en cualquier partido y no lo levantábamos más.
Contra Unión mostró lo aguerrido que se quiere mostrar. Plantó el equipo de atrás para adelante. Unión no llegó en ningún momento. No tuvieron ni una sola chance y, cuando empezaron a venirse cada vez más, nuestras chances crecieron. Si bien es cierto que quedó una sensación de que si jugábamos 10 minutos más lo ganábamos, también hay que decir que no planteamos el partido como para ganarlo. Ojo, tal vez el cuerpo técnico lo pensó así: Muchachos, que no nos hagan un gol que después las chances nos van a llegar. Si fue así, estuvo bien pensado (aunque yo no plantearía nunca un partido así).
Ahora nos toca jugar de local contra Rafaela. Hay que ganar o ganar. Si conseguimos los 3 puntos, va a ser un quiebre más que importante para nuestro futuro. Igual, más allá de todo eso, el objetivo de este cuerpo técnico es hacernos creer que somos mucho más de lo que somos, el objetivo es cambiar la imagen que teníamos y, de a poco, lo estamos logrando.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO BICHO.-