NOVEDADES

27 marzo 2013

MIRADA BIELSISTA (POR ARIEL SENOSIAÍN)


27 marzo 2013

Los técnicos se dividen entre quienes repiten esquema y nombres sin importar circunstancias especiales y aquellos que tienen en cuenta rival y momento. Si Marcelo Bielsa figura dentro del primer grupo, Alejandro Sabella es claro exponente del segundo. No es virtud ni defecto, simplemente una característica.

Ya en Estudiantes, Sabella demostró que es un especialista en los partidos excepcionales, en lo coyuntural. De entrada trató de volcarlo en la selección hasta que, después de aquel 2-1 a Colombia, se decidió por darle el gusto a Messi y rodearlo de tres jugadores netamente ofensivos.

En La Paz cambió el libreto. Midió el adversario y sobre todo, obviamente, la altura. Volvieron los cinco defensores, como principal cambio de esquema. Y avaló la segunda amarilla de Higuaín del viernes pasado para que llegara limpio al partido contra Colombia y apostar por la velocidad de Palacio en los 3600 metros sobre el nivel del mar.

Fue otro planteo. Sin la presión característica de los últimos seleccionados argentinos que tanta diferencia sacaron en las Eliminatorias (las de los Mundiales del 2002 y 2006) y que ya comenzó a ser el sello de esta selección, como lo demostró contra Venezuela

Sufrió la primera media hora, dejando jugar a Bolivia. Los últimos 15 minutos del primer tiempo fueron muy buenos, el gol llegó como consecuencia del juego. Y el segundo tiempo decididamente lo manejó.

En lo individual Messi resultó más determinante en jugadas puntuales que en el juego. Fue descomunal la actuación de Di María, como en el llano: ganó siempre en la larga y eligió siempre bien. Romero necesitaba una actuación así, tan seguro arriba sobre todo; Sabella necesitaba un segundo tiempo como el que tuvo Campagnaro y la selección necesitaba una actuación de Mascherano, caudillo, impasable e inteligente. Correctísimo debut de Basanta y buen rendimiento, una vez más, de Peruzzi; solo le falta el examen frente a un fenómeno, aunque ya lo tuvo contra Neymar. Y flojo, una vez más, Clemente en el puesto de remate del seleccionado.

La selección ya tiene un lazo con el público que se llama Messi, primera señal de identificación. Se suman los resultados, siempre necesarios para fortalecer el vínculo. Le faltan detalles al juego, un par de ellos esenciales: el retroceso y alargar el tiempo de manejo de pelota. Pero la expectativa, a un año del Mundial, tiene sobrados argumentos.

Queda tiempo para pulir y para mantener. Para no repetir lo que terminó siendo aquella vieja autocrítica de Bielsa, una vez regresado de Japón: "Mi error pasó por no haber encontrado el equipo en el momento oportuno".

Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO ARIEL SENOSIAÍN
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