
"Sería
muy triste y yo me sentiría mal si el objetivo de Colón después de un año en
que se está tratando de cambiar el rumbo deportivo sea el partido con Unión.
"
Estas
fueron las palabras de bati en la previa del clásico, sin desmerecer la
importancia del encuentro, pero dejando en claro que el torneo no empieza ni
termina frente a los ya descendidos de la avenida.
La gente
copó Rafaela como siempre, acompañando el envión anímico que había generado en
el plantel el triunfo de local, que suponía también una mejora desde lo
futbolístico.
Pero no
fué así. Y no existe la chance de culpar el reducido tamaño del campo de juego,
porque el plantel trabajó en la semana con espacios reducidos para adecuarse al
monumental rafaelino. Si bien hubo mejoras individuales, el rendimiento
colectivo fue bastante mediocre, Colón fué un equipo previsible durante todo el
partido, manteniendo lo poco que se venía haciendo bien, pero sin mostrar
ninguna evolución respecto a partidos anteriores.
Uno
esperaba que la resolución del cotejo llegue desde el banco, pero Sensini no
encontró la solución o bien no quiso arriesgar, cualquiera de las dos chances
es negativa, absolutamente.
Quedan
dos partidos para intentar cerrar el torneo de la mejor forma, pensando en
mejorar de cara al futuro, no en cumplir.
Por lo menos así lo siento yo
ADELANTADO SABALERO