NO PONEN HUEVO, NO PONEN NADA...
Otra vez acá, frente a frente, intentando interpretar fielmente el dictado
de mí angustia. Miro el teclado, el monitor me mira, la música me acompaña y el
tiempo me apremia. No saben cuánto me cuesta escribir estas líneas. Me cuesta
tiempo justamente, ese bien escaso e indomable. No saben hace cuanto que espero
escribir algo que tenga otro nivel de alegría, o al menos de entusiasmo. Ando
como Huracán sin tiempo, ni entusiasmo, ni una puta idea que exponer.
Algo muy extraño pasa que uno no puede, a pesar de todo, abandonar
determinadas cosas que le hacen mal. Me refiero a
esas cosas que a uno le hacen
daño verdadero, algo superior a tu esposa o a comer hasta reventar. Hay mil
cosas que hacen mal, pero hablo de esas cosas… “El cigarrillo” interrumpiría mi
madre sin dudar y queriendo exhibirme como un enfermo, pero no estoy hablando
de eso porque ni del pucho, ni de mi esposa, espero nada. Sin embargo, Huracán
despierta una inexplicable e injustificada ilusión.
Yo se que la culpa es mía, pero estaba seguro que el sábado íbamos a ganar.
No sé por qué, tenía ese convencimiento estúpido de que era el partido en que
todo iba a cambiar y ojo, que me lo creí hasta los 15 del segundo tiempo, pero
finalmente la realidad volvió a hacer añicos a mi imaginación.
¿Tan pelotudo puedo ser? ¿Qué es lo que lleva a un ser humano a ilusionarse
con su propia fantasía? No tengo respuestas. Me deje llevar por el clima del
Ducó que fue de aliento y apoyo constante, me deje llevar por el equipo que el primer
tiempo tuvo dos o tres y no le llegaron en
ninguna. No sé qué paso, pero llegué sabiendo que lo ganábamos y me fui
convenciendo de eso a medida de que pasaban los minutos. Nada fue real, todo
fue deseo, amor…
Los rivales necesitan tan solo un buen ataque, si solo uno, para que esta
manga de amargos le entregue un partido, mi ilusión, mi tiempo, la dignidad y
la historia de Huracán. No voy a discutir las capacidades de cada uno, pero si
la entrega y el trabajo.
No ponen nada, viejo. Las camisetas terminan traspiradas porque jugamos 11
de la mañana a plena luz del sol, parecen jugadores de metegol, ninguno rompe
el esquema, ninguno pone algo más de ganas. Independiente hizo el gol y no hubo
ningún tipo de reacción, nada. Nada de nada.
El otro tema es el laburo de la semana. BASTA DE CORRER COMO BOLUDOS Y
JUEGUEN A LA PELOTA!!!
No solo no saben hacer nada dentro de la cancha, sino que tampoco son picaros.
No saben dar un pase, desmarcarse, no saben picar al vacio, tirar una diagonal,
patear un tiro libre, sacar un lateral, defender en una pelota parada, definir
una jugada, abrir la cancha, ni siquiera saben hacer una falta y creo que
también hay responsabilidad del DT.
Huracán armó un equipo con jugadores que “quieren” al club y que son
queridos por la gente, pensando que eso
le daría un plus, hasta ahora estos pibes han demostrado tener alma de piedra.
Quedan 25 partidos para mantener la categoría, tienen que sacar 49 puntos de 75
posibles, no hay tiempo, ni paciencia, ni un carajo. Solo esperamos la reacción,
que se trabaje y que nos saquen de este lugar de mierda en el que estamos.
Por lo menos así lo siento yo
ADELANTADO QUEMERO