TOTALMENTE DECEPCIONANTE
Una vez más la Selección Argentina mostró una carencia total de un funcionamiento sólido. Pasa el tiempo, Alejandro Sabella no logra generar una identidad, un equipo y esto ya empieza a ser preocupante.
Con Paraguay este mismo problema quedó oculto gracias a las individualidades, que a menudo disimulan la falta de una idea general. La Selección no juega a nada y su entrenador ya no tiene más excusas.
Vamos por partes, el caballito de batalla de Sabella (que prácticamente lo depositó en el cargo que hoy le queda grande) era la cuestión defensiva. Si hay algo que caracterizaba a Pachorra era que se armaba "de atrás para adelante" y se hizo conocido por su firme y sólido Estudiantes. Desde que arribó al combinado nacional, nunca encontró una línea de fondo que brinde seguridad. Entre otras cosas porque confía excesivamente en sus "amigos" Federico Fernández, Marcos Rojo y ¡Leandro Desábato!
Luego, de mitad de cancha en adelante, hasta ahora los avances o logros son puro méritos de jugadores excepcionales. Y por más que esté mi tía de directora técnica evidentemente se iluminan y te pueden clavar un golazo de 30 metros o gambetearse a tres tipos. En ofensiva es pura dinámica, todos corren. Fiel al estilo de estos entrenadores tacticistas que se creen más importantes que los que juegan. Así es señores, en los últimos metros, nadie para la pelota, nadie piensa, nada pone una bola en cortada.
Todo este pobrísimo rendimiento en el marco de un plantel realmente brillante en cuanto a nombres. Por eso indigna el doble. El caso de este partido frente a Perú es inconcebible. Ni hasta el más Sabellista puede explicar cómo en el segundo tiempo el humilde equipo local fue dueño y señor de las acciones, transformando el 1 a 1 en un resultado injusto.
Después de darle un tiempo prudencial, y como digno menotista que soy, no apoyo para nada a Alejandro Sabella. Considero que no tiene credenciales para ser el técnico de la Selección Argentina y me parece que los resultados están a la vista.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO MENOTISTA
