En un partido de 6 puntos, la Lepra demolió al CASLA de a poco y se consolidó como equipo. Del minuto uno al 90, el equipo del Tata se comió la cancha y jugó su mejor partido en mucho tiempo. No fue una goleada. Apenas un 1 a 0 con un gol de penal, mal cobrado tal vez. Pero la superioridad del Rojinegro fue contundente, matando de a poco a un cuervo que terminó desplumado y lloriqueando. Paciencia fue la virtud número uno para que Ñubel pudiera irse con una sonrisa en un partido de 6 puntos. Caruso, gracias por todo pero a llorar a la iglesia, hermano.

En los pies de Scocco estuvo mucho más que el gol del triunfo. Porque Nacho viene demostrando que Arabia no le sacó dinero por talento. El pibe de Hughes volvió mucho más jugador, más completo y goleador. Hubo buena conexión en el medio con un Bernardi inspirado y un Villalba al que ya es muy difícil sacarlo del equipo. Heinze se llevó la ovación que no se llevó Maxi, con un rendimiento gris.

La macana de Guzmán sobre el cierre me hizo acordar a la Pelea de Maravilla Martinez: El tipo lo fajó toda la pelea y sobre el final, por salir del libreto casi lo pierde. El Patón se mandó otra macana y se llevó más de una puteada en el Parque. El tercer arquero se llama Rey.

El Leproso que fue a la cancha habrá notado que tuvo que pagar un bono de 50 pe (3,5 altos guisos) por el “Día del Club”. Esperemos que en el futuro estas movidas sirvan para mejorar el club y no para pagarle el sueldo a parásitos como Camacho, Taborda y Valencia, entre muchos otros de una lista nefasta.

Noti-Ascenso: El que también se fue desplumado es el pingüino de Russo que llevó más jugadores que hinchas a Bahía Blanca. Cada vez más entonado con la categoría.

Por lo menos así lo siento yo.

ADELANTADO LEPROSO