QUE EL VIATRI NO TAPE EL BOSQUE
Llegamos a la punta del campeonato y Lucas Viatri demostró una vez más que es un delantero impresionante. Clavó dos cabezazos soberbios y todos contentos.
Pero espere un poquito, ¿usted vio el partido?. El rival era el humildón Rafaela y nos complicó hasta el minuto 93. El equipo santafecino manejó la pelota, llegó al ataque sin problemas y sólo le faltó un poco de suerte. Si no recuerdo mal patearon casi veinte, sí sí, veinte tiros de esquina. Boca nada, no dio tres pases, puro pelotazo... lamentable.
A ver Falcioni, ¿qué carajo querés inventar?. En el fútbol no hay mucha ciencia, tomá nota:
Pero espere un poquito, ¿usted vio el partido?. El rival era el humildón Rafaela y nos complicó hasta el minuto 93. El equipo santafecino manejó la pelota, llegó al ataque sin problemas y sólo le faltó un poco de suerte. Si no recuerdo mal patearon casi veinte, sí sí, veinte tiros de esquina. Boca nada, no dio tres pases, puro pelotazo... lamentable.
A ver Falcioni, ¿qué carajo querés inventar?. En el fútbol no hay mucha ciencia, tomá nota:
- Abajo van cuatro: dos centrales rudos (Schiavi y Burdisso) y dos laterales. Entonces, si tenés un lateral derecho que se llama Albín, le das la 4 y lo ponés contra la raya. Y si tenés un lateral izquierdo peladito, que jugó toda la vida ahí, lo dejás ahí y listo. Pero no, ¡al 3 lo ponés de 4 y al armador de juego (Sánchez Miño) lo ponés de lateral por la izquierda!. ¿Le estás tomando el pelo a la gente?
- En el medio tenés que poner un tipo que piense y que tenga la suficiente habilidad como para organizar el equipo, armar juego y mover la pelota. Y para eso insistís con Chávez, un flaco de 26 años que hace casi una década que demuestra sus limitaciones. Qué paradoja, poner al jugador más tonto para que sea la cabeza del equipo.
- Arriba se suele jugar con dos tipos, uno va al área y el otro abre la cancha, ¿entendés?. Abrir la cancha significa poner un wing que desequilibre, que sea rápido, que rompa la defensa, que desarme el orden del rival y que mande un buen centro. ¿Acosta? ¿Gaona Lugo? no sé, elegilo vos, pero dejate de romper las pelotas con el doble nueve. Con ese espantoso dibujo, la delantera choca, no se abastece, es previsible y es lenta. Sumado a la falta de carrileros y a un enganche que no existe, el ataque xeneize se traduce a pelotazos, corajeadas y a rezar que alguno se ilumine y saque ventaja gracias a su capacidad individual. Los golazos de Viatri de ayer son el ejemplo más claro y gráfico de lo que estoy queriendo decir.
Si alguien es vecino de este señor que se sienta todos los domingos en el banco de Boca. hágame el favor de señalarle éstos y tantos otros errores que no sigo enumerando para no agobiar al querido lector xeneize.
Y por favor, al hincha enfervorizado le recuerdo el viejo dicho popular: ¡que el Viatri no tape el bosque!
Muchas gracias.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO XENEIZE