CON LOS MINUTOS CONTADOS
Se acabaron las especulaciones y empezó a rodar la pelotita. En sólo una fecha ya nos paseó un equipo de la B. Es la hora de sacarse el fanatismo y hablar en serio de una vez por todas. Porque hasta hace una semana estábamos los que no damos un peso por este Boca pero también estaban los que no querían mirar para atrás, los que pensaban que con el "borrón y cuenta nueva" todo se iba a solucionar, los que creían que mágicamente íbamos a tener un equipo competitivo como si nada. Vamos viejo, ¿hasta cuándo vamos a
comprar espejitos de colores?
Boca es lo que si vio el sábado. Un equipo sin alma, sin conductor, sin una guía. En definitiva, el Boca sin Román es un rejunte de jugadores sin una idea clara de juego, sin autoridad, sin técnico. Un equipo que no sabe qué tiene que hacer. Y cuando digo que no sabe a qué juega me remito a las pruebas, Clemente Rodríguez pateó 3 o 4 veces de larga distancia y hasta Caruzzo intentó un remate de 30 metros... Jugamos con doble 9 y no tenemos un wing, ni un armador como la gente, ni un volante carrilero definido para que los abastezca (ni Erviti ni Ledesma hacen la linea hasta el fondo). El planteo fue un papelón.
El arquero hace 16 meses que no ataja y con solo dos entrenamientos se ganó el puesto. En la defensa hay tipos como Caruzzo y Sosa que no solo son limitadísimos con la pelota, sino que además... a ver, cómo decirlo para que no suene tan fuerte... digamos que tienen "problemas intelectuales" para interpretar un partido (creo que fui demasiado bueno). En el medio Ledesma no levanta y el supuesto conductor del equipo es Pochi Chávez. Mamita, el tipo al que apostó Falcioni como manija del equipo fue reemplazado a los 70 minutos, impresentable. No tocó la pelota, desaparecido en acción. Arriba Viatri tratando de jugar de armador, de delantero, de todo lo que al equipo le falta. Y Silva, sí, este uruguayo que está jugando gratis en la primera de Boca, que ya lleva jugados ochocientos partidos y sólo la embocó seis veces. Que, por si fuera poco, se le traba la cabeza y se hace expulsar a los 15 minutos. Los únicos que mostraron algo distinto fueron los pibes; Gaona Lugo con su potencia y desborde; y Álvarez, un interesante organizador de juego de apenas 18 años. Pero claro, los pibes comen banco, solo entran un cuarto de hora.
Julio, el estratega (?) sólo atinó a declarar: "no va a haber cambios". Claro Falcioni, no va a haber cambios hasta dentro de dos fechas, cuando te peguen una patada en el orto. En ese momento, nos encontraremos con un plantel perdedor, alejado de la lucha por el campeonato y sin Sudamericana (a menos que el miércoles ocurra un milagro). Y, para completar el combo, con el Diego y Palermo haciendo lobby para ponerse el buzo de DT.
Esta es la realidad de nuestro amado Boca Juniors, el que no quiere ver que no vea, pero así estamos. Y los culpables de esto son los dirigentes, con Angelici-Macri a la cabeza y una comisión impresentable detrás. Los platos rotos los pagamos nosotros, los verdaderos hinchas, que sufrimos desde la tribuna mientras estos mentirosos siguen haciendo negocios con los colores que nosotros llevamos en el corazón.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO XENEIZE
