Después de mucho tiempo de ausencia nos vemos con la obligación y la necesidad de retomar con las notas. A quienes se alegran, sufren y acompañan al aurinegro con nosotros les pedimos disculpas por todo este tiempo que no estuvimos presentes.

Recién pasó la segunda fecha y se me hace muy difícil hacer un análisis de lo que pretende Perazzo. De algo estoy seguro, y es que el 4-2-3-1 le gusta nada más que al DT y los jugadores no lo entienden. El 4-3-3 es muy confuso y deja de tener tres delanteros ya que los dos que van por afuera son volantes ofensivos, formando un 4-5-1 aún más confuso.

El arco parece estar bien cubierto. Nereo Champagne se muestra muy seguro y eso da mucha confianza.

La defensa también muestra seguridad, tal vez el punto más flojo sea el Titi Villanueva quien deberá mostrar por qué el técnico confía en él.

En el medio campo es donde hay más variantes. Marcelo Vega parece que de a poco se va afianzando por el carril derecho. El colorado Gil juega bien y mete mucho, pero es muy desordenado y le falta experiencia, tal vez sea bueno llevarlo de a poco y probar con Jonathan Blanco o probar con el Chory Vega de doble cinco. Me gustaría ver más tiempo a Soto Torres de enganche y con dos puntas, puede ordenar y aportar mucho juego.

En ofensiva también hay variantes pero estamos sufriendo la falta de un 9 de área (no se como dejamos ir a Furch), y esperemos que Bou o Sanchez Sotelo puedan aportar esa cuota de gol que nos falta. El equipo juega con 1 solo delantero y con mucha gente que llega muy desordenadamente al área.

Lo que más me preocupa es la enorme cantidad de jugadores que vinieron y todos los pibes que se fueron (Mauri, Ibáñez y Furch por citar alguno). Parecía que se apostaba a las inferiores pero se demostró todo lo contrario.

En fin, será cuestión de tiempo, ¿cuánto? No lo sé, pero en 3 o 4 fechas Walter Perazzo deberá tener todo más ordenado y un equipo titular afianzado. A tener paciencia. Paciencia obligada en cada comienzo de campeonato por el gran recambio. Paciencia que puede agotarse rápido ante un par de resultados adversos. A levantarse rápido para ganar el próximo partido y así enderezar la nave hacia el gran objetivo que todos queremos: ¡volver a Primera!

Por lo menos así lo siento yo.