Por suerte o por desgracia en años anteriores ya supieron pasar por el banco otros pupilos de Bielsa con los cuales comparar, como por ejemplo el tata Martino, o más recientemente el señor “no-tengo-idea-de-fútbol”
Claudio Vivas; los cuales a pesar de usar distintas metodologías (el equipo del tata era una delicia verlo, mientras que el de Vivas hacía arder la vista) arribaron al mismo resultado…o sea nada, pero lo único que tenían en común es su minuciosidad en los detalles aunque no creo que llegue al nivel de obsesión de don Marcelo.
Volviendo al caso Franco, sin saber lo que nos deparará el futuro en esta nueva temporada, pero opinando sobre lo que nos dejó la pasada, creo que Franco lo que copia de su maestro es la táctica, la idea de salir a ganar en todas las canchas (lo cual aunque es una sana idea y desearía que todos los técnicos fueran adeptos a ella, muchas veces parece una idea suicida al ser ciegos ante el potencial que pueda tener el rival) y un estilo de juego vistoso; pero jugar lindo no siempre significa jugar bien, y aquí es donde más se han notado sus errores; ya que en varios encuentros, en su ciego empeño de jugar de la única forma que sabe, y por creer que jugaba bien, sólo lograba actuaciones tristísimas del equipo, que carecía de dinamismo y sorpresa, al haber sido ya estudiado por todos los rivales y le tomaran la medida; y de aquel conjunto que al principio sorprendía a todos y era elogiado y catalogado como el mejor, sólo quedó un equipo demasiado predecible que no jugaba a nada. Sin olvidar que en cada encuentro, Franco veía un partido distinto del resto y los cambios que hacían casi nunca parecían ser los indicados para cambiar el rumbo.
Así con el paso de las fechas me fueron haciendo creer que el mote de “bielsista” se correspondía con una forma de entender el fútbol que tienen estos entrenadores más allá de los resultados. Aunque ésta era muy distinta en cada entrenador que me tocó comparar. Sin embargo en el tramo final pasaron cosas que me hicieron cambiar la perspectiva. No tardó mucho tiempo desde que el mentor perdió un par de finales en España humillantemente, hasta que el alumno pasara por la misma situación. Allí comprendí realmente, ser bielsista no significa gritar como loco pegado a la línea de cal todo el partido, tampoco ser mesurado en las conferencias de prensa, ni significa poner de inicio 3 delanteros en un equipo. Aprendí que sólo se refiere a la capacidad de perder finales o partidos importantes, una y otra vez; ya que esto es lo único que Bielsa parece haberles inculcado a sus alumnos o al menos lo único que éstos aprendieran de él y que todos tengan en común. Y ahí si, en ese ítem, indagando en la aún corta carrera de Franco como entrenador, queda claro que realmente es el más bielsista de todos.
Yo soy de los que creen que el tiempo siempre da revancha, y el fútbol también; sólo espero que aprender de los errores sea la nueva cualidad de nuestro entrenador y esa revancha sea aprovechada.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO GLORIOSO.
