HISTORIAS LOCALES E INTERNACIONALES
Este frío junio está llegando a su fin y los campeonatos se empiezan a definir. Por eso creo que es un buen momento para parar la pelota y hacer un repaso.
Si miramos para adentro nos encontramos con que terminó el torneo local. Quedamos terceros, con 33 puntos. A priori podríamos decir que, por estar jugando tres competencias y llegar a la final de las otras dos, fue una gran campaña. De todas maneras, queda la espina de saber que estuvimos muy cerca. El equipo titular no
salió a jugarse todo (contra Banfield y Arsenal) y el combinado de juveniles realizó una flojísima tarea en la última fecha. Pero los invito a repasar el Evangelio Bostero según San Carlos que dice: "En el primer semestre del año abandonarais tu territorio para depositar todas las fuerzas en la conquista de América. Ya en el segundo semestre ganareis el torneo doméstico antes de partir a la tierra prometida allá en oriente: Japón".
Por lo tanto, si nos guiamos por la palabra santa del maestro, hicimos un buen papel y llegamos a donde debíamos llegar, que es la final de la Copa Libertadores que se disputará mañana. De yapa, tenemos el boleto para jugar la final de la novedosa Copa Argentina contra un equipito de Avellaneda (recordemos que RiBer jugó la semi con suplentes para evitar cualquier cruce con papá). Esta Copa le da al ganador el pase a la Sudamericana, ¡ojo con este dato!.
Desde este espacio, nobleza obliga, quiero felicitar a Arsenal por el título (con o sin manito fueron los mejores). Y también felicitar, en nombre del más grande del planeta, a los dos equipos del Ascenso que el torneo que viene probarán suerte en Primera. Lo relevante de este dato es que, a partir del próximo torneo, volvemos a tener asegurados tres puntos en el campeonato local y eso puede ser clave en la lucha por el título.
Ahora a pensar en el miércoles que jugamos el partido más importante del continente. Ese partido que imaginamos todo el año, ese que viviste tantas veces mientras el resto lo miraba por tv. La final de la Copa, esa Copa que es una perturbación anímica producida por una idea fija, esa Copa Libertadores que es una obsesión... vamos Boca carajo, ¡tenés que dejar el alma y el corazón!
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO XENEIZE