VAMO A TRAER LA COPA A LA ARGENTINA
Semi de Copa, la cancha que rebalsa de gente, entrás y verificás por enésima vez que la Bombonera late, tiembla, aturde y se mueve. Sale el equipo y explota todo, pero todo. Vos y medio país alentando y de golpe no se ve más nada, no. Ni en la tele, ni en la cancha, ni en la tribuna. No se veía, pero se sentía. Y te acordaste de aquella semi con Cúcuta, con la misma niebla y final feliz.
Hasta que sonó un silbato y dejaste de delirar, claro, había que jugar. A partir de ahí, el pacto fue claro: "nosotros alentamos, pongan huevos, que ganamos". Y
arrancó nomás. A poco del comienzo llegó el centro de Mouche y el pelado Silva la paró, giró y la puso ahí, sí, ahi, mirala, le saqué una foto. Si alguien conoce al arquero chileno mándesela, porque ni la vio. Gol, gol de semis, gol de Libertadores, medio país me entiende de lo que estoy hablando, la otra mitad no tiene idea lo que es esto, lo que se grita, lo que se goza.
En el complemento Román movió el equipo de un lado para el otro como solo él sabe, y de golpe Erviti quedó mano a mano... pegale querido, dale. Cuando por fin acomoda y dispara, el arquero ataja pero aparece como una bala Sánchez Miño, la gran promesa xeneize y a cobrar. Gol, sí, gol con sabor a final. ¿O me vas a decir que no sentiste ese gustito?.
El equipo un relojito, muy parejo y ordenado. Si pienso en los que estuvieron por encima del gran nivel que mostraron todos, se me viene a la cabeza Schiavi, porque una vez más demostró que en estos partidos la sabe lunga. El flaco puso todo lo que hay que poner y más. Román lo de siempre, fue el conductor de la nave. La claridad de su mente y de su botín derecho fueron, una vez más, indiscutibles. Y tampoco me quiero olvidar de nombrar a Walter Erviti, sin dudas, la figura del partido. Corrió, puso y jugó. Hizo todo, dejó el alma, crack.
Más o menos eso viste en la cancha durante 95 minutos. Hasta que sonó nuevamente un silbato, pero esta vez era para avisarte que vuelvas a delirar, que vuelvas a soñar. Porque ya se ganó, porque dejamos el arco en cero, porque jugamos como marca el reglamento interno bostero, porque estamos cada vez más cerca de traer la Copa a la Argentina, la Copa que ni juegan las gallinas...
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO XENEIZE
