llenar su canchita y nada más.

Independientemente del resultado, de lo horrendo de Lunati (el "piñón fijo" de los árbitros argentinos), más allá del desarrollo del juego y dejando de lado las circunstancias del partido, el hecho de culminar arriba en la temporada y con algo de margen en los promedios, deja un sabor dulce en los hinchas. Ahora, en cuanto al rendimiento, es cuando el sabor amargo de la preocupación empaña lo realizado por el celeste.

Es que si analizamos desde el exitismo, es nuestra mejor temporada en primera división. 55 puntos, no es mucho, tampoco es poco, es una cantidad más que aceptable, y hasta festejable. Ahora, como no somos (o no pretendemos ser) resultadistas, analizamos el proceso, el juego, lo generado, lo que queda, el legado, la producción como equipo, el fogueo, el estado de ánimo, y sí, te invaden las preguntas, te puede la preocupación y abundan las dudas. Es que el celeste cosechó 10 puntos en 10 fechas (30 puntos), y ha ido de mal a peor en el juego.

Algunos hinchas celebrarán, otros en cambio, estamos más pensando en la temporada que viene, en los nombres que desfilan para reforzar el plantel, en los que se quedan, en los que se van, en los que se deberían ir y los que no, y sobretodo, en el necesario cambio de actitud para afrontar los partidos. Sufro "Por Belgrano", hasta cuando no juega.