muerto de Banfield, ya se encontraba en ventaja, después del siestón que se pegó la defensa local (falló Chiqui, Lollo y Turus jugaron a "quien se duerme más"). Pobre Rigamonti, primer disparo que le hacen en el torneo y la tiene que ir a buscar adentro. El fantasma del revividor de muertos se hacía presente en barrio Alberdi, otra vez los libros quemados, otra vez, un equipo necesitado rápidamente en ventaja.

La bronca viento en popa, iba en aumento. Banfield jugaba como si supiera. Tocaba, generaba y no nos dejaba acercar al arco. Tuvimos las nuestras, pero las de ellos eran más claras. "Pechando" llegamos al empate, y así nos fuimos al descanso. "Negocio" pensé, hacía una bocha que no gritaba un gol.

La actitud de los muchachos nunca estuvo en duda. Si hay algo por lo que estamos aún en primera, es por la entrega incondicional de los jugadores en la cancha. Ellos ponen, no jugarán bien (para nada) pero dejan la vida y se llevan uno que otro tobillo en el camino. Fue por esto que Belgrano se alzó con los tres puntos, porque peleó (sí, porque el celeste lucha los partidos, no los juega) más por ellos y porque este chico Lucas Melano, tuvo su tarde soñada y debutó por duplicado en la red con dos muy buenas definiciones. Ilusiona y enorgullece ver que "la cantera" funciona. ¿No será la hora de los pibes?

Belgrano salvó la ropa, la tarde y se despidió del grueso de su gente con una alegría. Deja algunas deudas con su público que lo ha acompañado (y no lo va a dejar de hacer) en gran medida; deudas de juego, de chances claras de gol, de promover pibes, de salir a ganar, en definitiva, de hacer algo que sea medianamente parecido al fútbol. Pero bueno, no voy a recaer en la constante crítica al juego. Hoy me voy "felí" diría Román, porque quedó evidenciado que este equipo necesita nuevos aires, y así como Melano, todos sabemos que en nuestro mismo club hay más.

Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO PIRATA