Tarde gris y oscura se presentaba en el Bajo Flores. Todo comenzó a pedir de los pibes de Ñubel. San Lorenzo se sacó la foto con un alcanzapelotas colorado, Migliore tenía un buzo más feo que la camiseta de Arsenal y Buffarini salió a jugar con la cara de siempre. Obvio que después de todo esto, el primer tiempo terminó 2 a 0 con baile leproso. El fantasma de descenso acechaba Boedo. De un momento a otro todo cambió, parece que el fantasma de Bielsa se puso celoso y quiso demostrar que no sólo labura y pierde partidos decisivos en Europa. Así, de repente y sin saber cómo, el gran equipo (?) de Caruso lo dio vuelta y se puso 3 a 2. Cosas raras y misteriosas en un domingo extraño, tarde de fantasmas en el Bajo Flores.
Por lo menos así lo vemos nosotros.
AB