Si al escuchar los cantitos
discriminatorios de la hinchada de Racing contra los hermanos Xeneizes ustedes
pensaron que todo está mal, que es un problema de nunca acabar, que involucra
lo social y la falta de educación, se equivocaron. Todo fue una maniobra del gran
Lunatti que le pagó a 20 mil hinchas para que canten eso, así se hacía el preocupado y robaba, aunque sea, dos minutos de protagonismo. Genio!!!
¿El partido? De todo un poco,
Racing, como siempre, es una catástrofe tras otra, Insaurralde pinchó un fútbol
y todavía no está preso, Viatri, luego
de su condena (lo meses de recuperación no piensen cualquier cosa), volvió al
gol y Blandi lo liquidó.
Por lo menos así lo vemos nosotros.
AB