UN CONCIERTO EN LA BOCA
El miércoles en Brasil hubo que cortar clavos hasta lo último, la presión de los negritos, el gol de carambola y los penales que se venían. Por suerte Román cambió el rumbo de la última pelota y Silva terminó cambiando el rumbo del partido. Empate, clasificación a semis y relax.
Después de tantos nervios era necesario un poco de paz. Ver un buen espectáculo sin tener que andar sufriendo.
Lo mismo pensó Falcioni y puso en la cancha al equipo que mejor suena. Román salió a dar un nuevo concierto de fútbol en la Bombonera. Como ya nos tiene acostumbrados, tocó durante 90 minutos y fue ovacionado como un Rolling Stone por 50 mil almas
después de cada hit. Las tres que mejor tocó terminaron en gol. Uno de Insa, otro de Cvita y el último de Mush. Porque Román no toca solo, tiene una banda de primer nivel internacional. Además de los goleadores, el bajo que se destacó fue Erviti, con un despliegue impresionante. Somoza que volvía de la lesión demostró que está hecho un violín. Y la defensa, dentro de todo firme, impidió que el ataque de los mendocinos sonara grave.
Encima, los que venían de atrás, no hicieron mucho ruido. Parece que nadie se quiere hacer cargo de pelearle el campeonato a Boca. Ahí quedamos, con tres puntos de ventaja sobre el resto, a tres fechas del final. Si no desentonamos estamos a un paso del objetivo.
Ahora bien, el miércoles hay otra Copa, la Copita que jugamos con los teloneros. Esa bandita que está sonando muy bien, compuesta por pibes que ya son palabras mayores como Sánchez Miño, Erbes y Blandi. Mouche y Chávez se sumarán para darle más ritmo; y Viatri para seguir tirando los primeros acordes desde su regreso. Vamos por todo, no estaría mal avanzar acá también y ganarle la final a esa murguita de Núñez que se pasea por corsos de segunda categoría.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO XENEIZE