Tiro libre en el borde del área frente a la guardia imperial ¡La clavan en el ángulo! La hinchada grita gol ¿Fue Gio Moreno? No. Fue una muchacha que, en el entretiempo, participó de un concurso ¡La tribuna académica estaba encendida! ¿Por el juego exhibido? No. Por las bengalas que caían sobre pelo y ropa. Y el humo de las bengalas puso un manto de piedad en un partido cuya figura excluyente fue el técnico. Coco Basile ¿Se va? No señores, se queda. 

Entonces, me surge esta cuestión a raíz de ver siempre la misma figurita repetida, los mismos errores, las mismas caras. Por ejemplo: Todos quienes fuimos a la cancha nos mirábamos incrédulos: “¿Quién carajo marca a Buffarini?” Todos nos dimos cuenta. Todos menos el equipo de Racing y su cuerpo técnico. En un picado informal esto no ocurre. 

Entonces, vayamos al centro del tornado (¡vaya si es de actualidad!): 

Si equis arquero se “morfa” dos goles, es su culpa. Si se morfa algún otro en la siguiente fecha, sigue siendo su culpa. Si se morfa otro en un tercer partido… ya es culpa del técnico ¿Simple, no? Pero, cuando esto ocurre, la gente putea a los jugadores. “¡Sos un Clemente HDP!”. 

Un plantel debe contar dos virtuales reemplazos para cada integrante del equipo (aprox.) y los 11 que formen el primer equipo deben ser los MEJORES ¿Simple, no? Empero, esto no ocurre y parece utópico en Racing. 

Trasladémoslo a otro deporte para que sea harto evidente: En la primera pelea de los panamericanos a la figura estrella de Garompalandia la surten a piñas y. A pesar de esto, el técnico la convoca para la segunda pelea dónde también la recagan a trompadas. Pero, como es el “consentido”, insiste y lo manda a la última pelea. En la tercera lo matan. 

No insistir con un jugador de bajo rendimiento es protegerlo. Machacar con un jugador que juega mal medio campeonato es prenderlo fuego y condenarlo al ostracismo. Quienes invirtieron mucho dinero en jugadores deberían saber que son inversiones de alto riesgo, como comprar opciones en la bolsa. Si el jugador plasma las expectativas y cotiza bien, las ganancias son exorbitantes, si no juega se deprecia; pero, si juega mal durante 20 partidos el valor de reventa perforará el piso y el inversor perderá fortunas o esperará que recupere el nivel para salvar la platita. Los grupos inversionistas no quieren perder dinero, es más… deben ganar siempre. Es su negocio y está bien… o no. Bien para ellos, mal para el jugador, para el club y el hincha. El técnico debe joderse por pactar. 

Nuestro caso es bastante claro: El noventa por ciento de la hinchada desconoce (no tiene porqué saberlo) los negocios que conciernen al club. Ergo, los palos caen sobre jugadores. Los cuales pueden ser malos… pero no por más de dos partidos. 

Racing es intangible, sagrado, una deidad. Ningún imbécil se tirará en contra de todo lo que significa. Hacerlo implica ser de otro club, un amargo. Algunos putearán a los directivos, pero deben de estar politizados y quienes los votaron cerrarán el culo (si ganaron, exponencialmente, son la mayoría). Otros al técnico porque, en el fondo, saben que es el jefe: quien decide, manda, ordena, elige, cambia, prepara, alecciona, protege, incentiva, enseña, reta, felicita, motiva, etc. etc. Sin embargo, la mayoría putea durante 90 minutos a los jugadores. Pero no putean a quienes jugaron mal dos partidos. PUTEAN A QUIENES JUGARON MAL VARIOS PARTIDOS SEGUIDOS. Y esto, como vimos al principio, no es culpa del jugador sino del técnico. El técnico que transó con los inversores o deja en el horno a los que ya están quemados. Esta es una de las virtudes que destacan a los buenos técnicos: NO COMERSE A LOS JUGADORES. 

“El plantel tiene 30 jugadores, la próxima fecha jugarán los once que estén mejor” ¿Recuerdan quién dijo esta frase? No fue Basile y Basile sigue. La tribuna le levantó el pulgar. 

Publiqué, hace bastante, que no quería agonizar. Nueve puntos sobre nueve partidos. Tan sólo dos equipos están por debajo. Estamos anteúltimos. Si esto no es agonizar…. 

Por lo menos así lo siento yo.

ADELANTADO ACADÉMICO