EL AGUANTE
Domingo 5:30 pm, te vas a La Plata porque como reza la canción "local y visitante yo te vengo a ver". Entrás al imponente estadio que tiene la ciudad y ves que hay aproximadamente diez mil almas azules y amarillas, diez mil tipos que tienen la misma pasión que vos y que están convencidos que cantando 90 minutos sin parar alcanza para que este equipo que tiene varias batallas en el lomo le rompa el invicto al Estudiantes del inglés, porque así también lo dice la canción "nosotros alentamos, pongan huevos, que ganamos".
Arranca el match y el tanque (industria uruguaya) en la primera que le queda la manda a guardar, para que quede claro
que tiene huevos y calidad, pero también tiene gol. Hablando de huevos y goles, en poco más de un cuarto de hora llega al borde del área Pablo Ledesma, esa locomotora de alta velocidad que tenemos (industria nacional), y clava un derechazo tres dedos junto a un palo. En el complemento Mouche decoraría el resultado para cerrar la goleada. Sí, mientras nosotros goleamos de visita al poderoso conjunto platense, en un barrio del norte porteño andan con el pecho inflado tran vencer a un equipo del ascenso faltando pocos minutos.
que tiene huevos y calidad, pero también tiene gol. Hablando de huevos y goles, en poco más de un cuarto de hora llega al borde del área Pablo Ledesma, esa locomotora de alta velocidad que tenemos (industria nacional), y clava un derechazo tres dedos junto a un palo. En el complemento Mouche decoraría el resultado para cerrar la goleada. Sí, mientras nosotros goleamos de visita al poderoso conjunto platense, en un barrio del norte porteño andan con el pecho inflado tran vencer a un equipo del ascenso faltando pocos minutos.
Pero más allá de los números, quiero referirme al trámite del partido, estos tipos que venían de jugar con uno menos casi todo un encuentro por Copa hace tres días, se plantó, corrió, puso, presionó, tocó y jugó... una barbaridad. No hubo puntos bajos, todos hicieron su aporte para esta presentación contundente, sin fisuras. Desde Orión que volvió a transmitir esa seguridad que había parecido perder durante un par de encuentros, hasta la defensa como bloque, con la tranquilidad y fortaleza de sus centrales, y con la calidad y prolijidad de sus laterales. Esa tranquilidad defensiva vino de la mano del laburo del mediocampo. Sí, no hay con que darle, si Erviti, Somoza y Ledesma juegan como hoy, no hay rival que aguante. El Pochi hizo un buen encuentro después de mucho tiempo y fue el enlace perfecto para abastecer a los dos tanques, porque el pelado por actitud y apodo es uno, pero Darío es otra bestia, aguanta la pelota como pocas veces en mi vida vi a alguien, juega de espaldas al arco con una facilidad llamativa, tiene un empuje terrible y demostró una vez más que no tiene problemas en jugar por afuera.
Domingo 9:30 pm, te vas del estadio con la garganta vacía, no te quedó nada, lo dejaste todo ahí en la tribuna, como los jugadores que dejaron todo en la cancha. Pero te llevás una goleada, te llevás la punta del campeonato y, por sobre todo, te llevás nuevamente la tranquilidad y el orgullo de saber que "podrán imitarnos, pero igualarnos jamás".
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO XENEIZE