11 CONTRA 8
Instituto perdió el partido con Patronato y regaló el invicto de 19 fechas, pero arranquemos por el principio.
Se sabía que la batalla con Central, a pesar de haberla ganado, había hecho perder varios de los mejores soldados del pelotón, se sabía además que la guerra es muy larga y que ninguna batalla es sencilla, todos lo sabíamos… menos los 3 que fueron designados para hacer olvidar a los caídos.
En un 11 tan bien trabajado, cualquiera podía imaginar que tener que cambiar 3 personas, casi toda la columna vertebral (acaso 3 de los mejores 4 del grupo en toda la temporada), era comenzar en desventaja; quizás por eso, la mayor culpa de Franco en todo esto, es no haber podido lograr que los que ingresaron cumplieran con las funciones tácticas correspondientes a los que no estuvieron (a excepción del arquero, ya que no es culpa del técnico que se haya olvidado de llevar las manos a Paraná).
En fin, la historia del partido ya es sabida, Patronato salió a matar, fue muy efectivo, y desde un principio consiguió la ventaja que buscaba; Instituto, por momentos más parecido al Instituto de temporadas pasadas, buscó como pudo, por momentos bien y por momentos mal, el arco rival para achicar distancias, no se pudo. No importa, tropezón no es caída, o no debiera serlo.
Si algo podemos sacar en limpio de todo esto, es que los suplentes demostraron (y con creces) por qué justamente son suplentes. Tenemos un equipo de sólo 11 jugadores y el nuevo deber del DT es trabajar más aún con los que no son titulares para que algo así no vuelva a suceder.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO GLORIOSO