Entre los hinchas de Quilmes tenemos una frase de cabecera: “Nos ganamos el cielo”. Es que no es fácil ser hincha del Cervecero. Cuando no son finales perdidas, son dirigentes que prefieren jugar en el ascenso, o el simple hecho de que nos resulta imposible ganar un campeonato “caminando”. Sin embargo, esta temporada parecía sacada de un libro de cuentos. Todo era color de rosa. 

Este fin de semana, Instituto perdió, River no ganó, y todavía no sabemos qué será de Central. Sin embargo, el Cervecero no pudo quebrarle el arco a Deportivo Merlo. De esta manera, uno podría decir que se perdieron dos puntos, o que el empate sirvió para acercarse un poco a la gloria cordobesa. Aún así, el resumen del viernes fue catastrófico para Quilmes. 

En lo anímico, Caruso se fue goleado de la cancha de Almagro, porque no solo empató, sino que volvió a sus pagos con un jugador fracturado. Y nada menos que Fernando Telechea, autor de un tercio de los goles Cerveceros en el torneo. Fractura de tibia y “adiós” al resto de la temporada. Cuatro meses out. Una compleja situación que deberá atravesar el Cervecero, sumada a la difícil tarea de suplir semejante figura. 

Esto es Quilmes, ni más ni menos. Un equipo que parece perseguido por los malos augurios. Cuando los resultados se dan, cuando el equipo responde, cuando un jugador se alza sobre el resto con goles, técnica, entrega y dedicación, el destino tira los dados y obliga a Caruso a salir corriendo en búsqueda de otro 9 que le devuelva a Quilmes una sonrisa que se vio duramente golpeada. ¡Fuerza Fernando! 

Por lo menos así lo siento yo.

ADELANTADO CERVECERO